Página 124 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
sus deficiencias. Muchos pobres que están ahora conformes con no
hacer nada para beneficiar a sus semejantes y para adelantar la obra
de Dios, podrían hacer mucho si quisieran. Ellos son responsables
delante de Dios por su capital de fuerza física, tanto como el rico lo
es por su capital de dinero.—
Joyas de los Testimonios 1:380, 381
.
Responsabilidad por la fuerza física
Vi que los que no tienen propiedades, pero poseen fuerza físi-
ca, son responsables delante de Dios por su fuerza. Deberían ser
diligentes en los negocios y tener un espíritu ferviente; no deberían
dejar que los que tienen recursos realicen todo el sacrificio. Vi que
ellos también pueden sacrificarse, y que es su deber hacerlo así, lo
mismo que los que tienen posesiones. Pero con frecuencia los que
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carecen de bienes no comprenden que pueden negarse a sí mismos
en muchas formas, que pueden gastar menos en sus cuerpos, y para
complacer sus gustos y apetitos, y encontrar más a fin de ahorrar para
la causa, y en esta forma hacerse tesoros en el cielo.—
Testimonies
for the Church 1:115
.
Los que poseen fuerza física deben emplearla en el servicio de
Dios. Deben trabajar con sus manos y ganar dinero para utilizarlo
en la causa de Dios. Los que pueden trabajar deben hacerlo fielmen-
te, y aprovechar las oportunidades de ayudar a los que no pueden
conseguir trabajo.—
The Review and Herald, 21 de agosto de 1894
.
No hay que estimular la indolencia
La Palabra de Dios enseña que si un hombre no quiere trabajar,
tampoco debe comer. El Señor no requiere que el trabajador activo
sostenga al que no es diligente. La pérdida de tiempo y la falta de
esfuerzo es lo que produce pobreza y necesidad. Si estas faltas no
son vistas ni corregidas por quienes se complacen en ellas, todo
lo que pueda hacerse en su beneficio será lo mismo que colocar
dinero en un canasto con agujeros. Pero hay una pobreza que es
inevitable, y debemos manifestar ternura y compasión hacia los
desafortunados.—
The Review and Herald, 3 de enero de 1899
.
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