Página 147 - Consejos sobre Mayordom

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El peligro de la prosperidad
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En el valle de la humillación
No es la copa vacía la que nos causa dificultades para llevarla; es
la copa llena hasta el borde la que debe equilibrarse cuidadosamente.
La aflicción y la adversidad pueden causar muchos inconvenientes y
pueden provocar una gran depresión, pero es la prosperidad la que es
peligrosa para la vida espiritual. A menos que la persona se someta
constantemente a la voluntad de Dios, a menos que sea santificada
por la verdad y que tenga una fe que obre por amor y purifique el
alma, la prosperidad con seguridad despertará la inclinación natural
a la presunción.
Existe una gran necesidad de que oremos por los hombres que
ocupan posiciones elevadas. Ellos necesitan las oraciones de toda la
iglesia porque han recibido prosperidad e influencia.
En el valle de la humillación, donde los hombres dependen de
Dios para que les enseñe y los guíe en cada paso, existe una relativa
seguridad. Pero todos los que estén en una relación viva con Dios
oren por los hombres que ocupan cargos de responsabilidad, porque
los que se encuentran sobre una elevada cumbre, debido a su posición
destacada, son considerados como poseedores de mucha sabiduría.
A menos que esos hombres sientan necesidad de un Brazo más fuerte
que el brazo de carne sobre el cual apoyarse, a menos que dependan
de Dios, su visión de las cosas se distorsionará y caerán.—
The
Review and Herald, 14 de diciembre de 1905
.
Una aptitud original que fue pervertida
El deseo de acumular riquezas es una propensión original de
nuestra naturaleza que fue implantada allí por nuestro Padre celestial
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para que sirviera a fines nobles. Si preguntamos al capitalista que ha
dedicado todas sus energías al sólo objeto de acumular riqueza y que
trabaja con perseverancia y laboriosidad para acrecentar sus bienes,
cuál es el propósito que lo anima en sus esfuerzos, no podría darnos
una razón de él ni podría presentar una finalidad que justifique sus
esfuerzos por ganar dinero y por acumular riqueza. No podría definir
ningún gran blanco o propósito que tuviera en vista, o ninguna fuente
de felicidad que esperara alcanzar. Sigue acumulando bienes porque
ha aplicado todas sus habilidades y capacidades en esa dirección.