Página 206 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
El poder hechizador de Satanás
Satanás se ha propuesto lograr que el mundo parezca muy atrac-
tivo. Tiene un poder hechizador que ejerce para atraer los afectos
hasta de los seguidores más fieles de Cristo. Muchos que militan en
el cristianismo están dispuestos a realizar cualquier sacrificio con
tal de obtener riquezas, y cuanto más éxito tienen en sus esfuerzos
por obtener el objeto de sus deseos, tanto menos se preocupan de
la verdad preciosa y de su progreso en el mundo. Pierden su amor
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por Dios y obran como hombres faltos de juicio. Cuanto más son
prosperados en riqueza material, tanto menos invierten en la causa
de Dios.
Las obras de los que tienen un amor irracional por las riquezas
muestran claramente que es imposible seguir a dos señores, a Dios y
a Mammón. Revelan ante el mundo que su dios es el dinero. Rinden
homenaje a su poder pero en realidad sirven al mundo. El amor al
dinero se convierte en un poder dominante, y por amor a él violan la
ley de Dios. Pueden profesar la religión de Cristo, pero no aman sus
principios ni tienen en cuenta sus amonestaciones. Dedican lo mejor
de su fuerza a servir al mundo y se inclinan ante Mammón.
Es alarmante que tantos sean engañados por Satanás. El estimula
la imaginación con una brillante perspectiva de ganancia mundanal,
y los hombres se ciegan y piensan que tienen por delante la pers-
pectiva de una felicidad perfecta. Son atraídos por la esperanza de
obtener honor, riqueza y categoría. Satanás le dice al alma: “Todo
esto te daré; todo este poder y riqueza te permitirán hacer bien a tus
semejantes;” pero cuando consiguen el objetivo que buscan, descu-
bren que no tienen conexión alguna con el abnegado Redentor, no
participan de la naturaleza divina. Se aferran a los tesoros terrenales
y desprecian los requisitos de la abnegación, el espíritu de sacrificio
y la humillación por amor a la verdad. No tienen ningún deseo de
separarse de su amado tesoro terrenal sobre el que su corazón se ha
fijado. Han cambiado de amo, y han aceptado servir a Mammón en
lugar de servir a Cristo. Satanás se ha asegurado la adoración de esas
almas engañadas por intermedio del amor a las riquezas mundanales.
Se encuentra con frecuencia que el cambio de la piedad a la
mundanalidad se ha efectuado en forma imperceptible mediante las
astutas insinuaciones del maligno, en tal forma que el alma engañada