Página 245 - Consejos sobre Mayordom

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Capítulo 51—Liquidando las deudas de
construcción de las iglesias
Me alegro juntamente con Ud. ante la perspectiva de sanear
de toda deuda los edificios de la iglesia. Cuánto habría podido
ahorrarse si cada año se hubiesen realizado esfuerzos extraordinarios
para hacer esto. Nuestras casas de culto no necesitan continuar
endeudadas año tras año. Si cada miembro de la iglesia cumpliera
su deber, practicara abnegación y espíritu de sacrificio, por el Señor
Jesús, cuya posesión adquirida él es, para que su iglesia esté libre de
deudas, así honraría a Dios.
Los grandes centros de Dios, sus propios instrumentos, deberían
estar libres de deudas. Cada año muchas libra
están siendo traga-
das por los intereses pagados sobre las deudas. Si todo ese dinero
se hubiera destinado para pagar la deuda principal, ésta no estaría
consumiendo, consumiendo y siempre consumiendo. El endeudarse
es un procedimiento erróneo y detestable. Sería mucho mejor si
pudiera reunirse anticipadamente el dinero necesario para edificar,
aunque esto requiera esfuerzos enérgicos, porque en esta forma la
iglesia podría dedicarse libre de deudas. Ojalá que cuando edifica-
mos una casa para el Señor pudiésemos adoptar como regla el llevar
a cabo esfuerzos fervorosos y perseverantes para dedicárselos a Dios
sin deuda alguna...
El Señor me ha mostrado que no tenemos necesidad de dejar
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endeudadas nuestras casas de culto de Australia o Nueva Zelandia.
Una deuda en cada caso significa un descuido de las cosas especiales
y sagradas de Dios, porque en ese caso se da egoístamente el primer
lugar a las cosas comunes... Hay que tributar al tabernáculo de Dios
el honor más elevado. Toda otra consideración debería supeditarse a
ésta. Nuestras ideas deben ser elevadas, ennoblecidas y santificadas.
Los padres han manifestado mundanalidad y ambición con respecto
a sus hijos, sus parientes y amigos. Han utilizado el dinero en una
[
Escrito en Australia.
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