Página 271 - Consejos sobre Mayordom

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Dejado al honor de los hombres
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Mayordomos del tiempo
El tiempo es dinero, y muchos están perdiendo un tiempo pre-
cioso que podrían utilizar en trabajo útil, haciendo con sus manos
cosas beneficiosas. El Señor nunca dirá: “Bien hecho, buen siervo y
fiel”, a quien no haya utilizado las habilidades físicas que Dios le
prestó como talentos preciosos para juntar recursos con los cuales
socorrer a los necesitados y presentar ofrendas a Dios.
Los ricos no deben pensar que pueden conformarse únicamente
con dar de su dinero. Poseen habilidades, y deben estudiar la forma
de obrar para ser aprobados por Dios, de ser instrumentos espirituales
fervorosos en la educación y preparación de sus hijos para que éstos
sean útiles. Los padres y los hijos no deben considerarse dueños de
sí mismos y pensar que pueden disponer de su tiempo y propiedades
en la forma como les plazca. Son la posesión adquirida por Dios, y
el Señor pide los intereses de sus habilidades físicas, las que deben
ser utilizadas para llevar un aporte a la tesorería del Señor.
La abnegación y la cruz
Si se suprimieran los mil canales del egoísmo que ahora existen,
y si se dirigieran los recursos hacia el conducto debido, una gran can-
tidad de dinero fluiría hacia la tesorería. Muchas personas compran
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ídolos con el dinero que debería ir a la casa de Dios. Nadie puede
practicar la verdadera generosidad sin practicar antes la abnegación
genuina. La abnegación y la cruz están directamente en el camino
de cada cristiano que es un verdadero seguidor de Cristo. Jesús dijo:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome
su cruz, y sígame”.
Mateo 16:24
. ¿Quiere cada alma considerar el
hecho de que el discipulado cristiano incluye la abnegación, el sacri-
ficio de sí mismo, hasta el punto de entregar la propia vida, si esto
fuera necesario, por amor al que dio su vida por la vida del mundo?
Los cristianos que contemplan a Cristo en la cruz están compro-
metidos por su obligación hacia Dios, a causa del don infinito que él
hizo en la persona de su Hijo, de no retener nada de lo que posean
por muy precioso que esto sea para ellos. Si poseen cualquier cosa
que pueda emplearse para atraer a cualquier alma, no importa cuán
rica o cuán pobre ésta pueda ser, hacia el Cordero de Dios que quita