Página 276 - Consejos sobre Mayordom

Basic HTML Version

272
Consejos sobre Mayordomía Cristiana
Anótense las entradas y las salidas
En el estudio de las cifras, el trabajo debería ser práctico. Se de-
bería enseñar a todo joven y niño no solamente a resolver problemas
imaginarios, sino a llevar cuenta exacta de sus propios ingresos y
gastos. Aprenda el debido uso del dinero usándolo. Enséñese a los
niños y a las niñas a elegir y comprar su ropa, sus libros, y otras
cosas, ya sean costeados por sus padres o por sus propias ganancias;
y si llevan cuenta de sus gastos conocerán, como no lo lograrían de
otro modo, el valor y el uso del dinero.
Esta educación les enseñará a distinguir la verdadera economía
de la mezquindad por un lado, y de la prodigalidad por el otro.
Debidamente dirigida, fomentará hábitos de generosidad. Ayudará a
los jóvenes a aprender a dar, no por mero impulso del momento en
que conmueven sus sentimientos, sino regular y sistemáticamente.—
La Educación, 234
.
Siguiendo las sugerencias de Satanás
¡Cuánto ha trabajado el enemigo para colocar las cosas tempora-
les por encima de las espirituales! Muchas familias que tienen sólo
poco para ahorrar para la causa de Dios, sin embargo gastan dinero
libremente para comprar muebles lujosos o ropa a la moda. ¡Cuánto
[309]
se gasta en comida, y a menudo en cosas que tan sólo constituyen
una complacencia perjudicial! ¡Cuánto se gasta en regalos que no
benefician a nadie!
Muchos gastan sumas considerables en fotografías para dar a
sus amigos. La afición por las fotografías se convierte en una ocu-
pación extravagante y estimula una especie de idolatría. Cuánto
más agradable para Dios sería si todos estos recursos se invirtiesen
en publicaciones que servirían para dirigir a las almas a Cristo y
las preciosas verdades para este tiempo. El dinero desperdiciado
en cosas innecesarias proporcionaría a más de alguno material de
lectura acerca de la verdad presente, el que tendría un sabor de vida
para vida.
Las sugerencias de Satanás se llevan a cabo en muchísimas
cosas. Nuestros cumpleaños, nuestra Navidad y las fiestas del Día
de Acción de Gracias con demasiada frecuencia se dedican a la