Página 48 - Consejos sobre Mayordom

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Consejos sobre Mayordomía Cristiana
La obra no debe deteners
Si en realidad tenemos la verdad para estos últimos días, ésta
debe ser llevada a cada nación, tribu, lengua y pueblo. Dentro de
poco los vivos y los muertos serán juzgados según sus obras hechas
en el cuerpo, y la ley de Dios es la norma por medio de la que serán
probados. Por lo tanto ahora deben ser advertidos; la ley de Dios
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debe ser vindicada y puesta ante ellos como un espejo. Para llevar a
cabo esta obra se necesitan recursos financieros. Sé que los tiempos
son difíciles y que no hay mucho dinero; pero la verdad debe ser
esparcida y el dinero necesario para extenderla debe ser colocado en
la tesorería...
¿Abandonaremos la obra?
Nuestro mensaje es de alcance mundial, y sin embargo muchos
no están haciendo literalmente nada, y muchos más están haciendo
muy poco, y esto frente a la tremenda falta de fe significa práctica-
mente nada. ¿Abandonaremos los campos que ya hemos abierto en
los países del extranjero? ¿Descartaremos una parte de la obra en
nuestras misiones nacionales? ¿Palideceremos frente a una deuda de
unos pocos miles de dólares? ¿Claudicaremos y nos convertiremos
en holgazanes ahora que nos encontramos en las escenas finales
de la historia de este mundo? Mi corazón dice: No, no. No puedo
considerar este asunto sin experimentar el deseo ardiente de que
la obra siga avanzando. No queremos negar nuestra fe ni a Cristo,
sin embargo lo haremos a menos que avancemos a medida que la
providencia de Dios abre el camino.
La obra no debe detenerse por falta de recursos. Hay que in-
vertir más dinero en ella. Hermanos de América, ¡en el nombre del
Maestro os ruego que os despertéis! Vosotros que estáis ocultando
vuestros talentos en la tierra, que estáis edificando casas y añadiendo
más tierra a la que ya poseéis, Dios os dice: “Vended lo que tenéis y
haced donativos”. Está por llegar el tiempo cuando los que guardan
los mandamientos no podrán comprar ni vender. Apresuraos a des-
enterrar vuestros talentos ocultos. Si Dios os ha confiado dinero, sed
fieles a ese legado; abrid vuestros cofres y enviad vuestros talentos
[
Un Llamamiento Hecho por la Sra. White desde Europa, en 1886.
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