Página 75 - Consejos sobre Mayordom

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Fundado sobre principios eternos
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“Si nosotros os sembramos lo espiritual—preguntó además el
apóstol—, ¿es gran cosa si segáremos lo vuestro carnal? Si otros
tienen en vosotros esta potestad, ¿no más bien nosotros? Mas no
hemos usado de esta potestad: antes lo sufrimos todo, por no poner
ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que
trabajan en el santuario, comen del santuario, y que los que sirven
al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que
anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.
1 Corintios 9:7-14
.
El apóstol se refirió aquí al plan del Señor para sostener a los sa-
cerdotes que ministraban en el templo. Aquellos que eran apartados
para este sagrado cargo eran sostenidos por sus hermanos, a quienes
ellos ministraban las bendiciones espirituales. “Y ciertamente los
que de los hijos de Leví toman el sacerdocio, tienen mandamiento
de tomar del pueblo los diezmos según la ley”.
Hebreos 7:5
. La
tribu de Leví fue escogida por el Señor para los cargos sagrados
pertenecientes al templo y al sacerdocio. Acerca del sacerdote se
dijo: “Porque le ha escogido Jehová..., para ministrar al nombre de
Jehová”.
Deuteronomio 18:5
. Dios reclamaba como propiedad suya
una décima parte de todas las ganancias...
A este plan para el sostén del ministerio se refirió Pablo cuando
dijo: “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio,
que vivan del evangelio”. Y más tarde, escribiendo a Timoteo, el
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apóstol dijo: “Digno es el obrero de su jornal”.
1 Timoteo 5:18
.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 270, 271
.
El derecho de Dios sobre nosotros
Dios tiene derecho sobre nosotros y sobre todo lo que posee-
mos. Su derecho tiene supremacía sobre todos los demás. Y como
reconocimiento de ese derecho, él nos pide que le devolvamos una
porción fija de todo lo que nos da. El diezmo es la parte que él espera.
Por indicación del Señor le fue consagrado desde los tiempos más
antiguos...
Cuando Dios libró a Israel desde Egipto para que fuera un tesoro
especial para él, le enseñó a dedicar el diezmo de sus posesiones al
servicio del tabernáculo. Esto era una ofrenda especial dedicada a un
trabajo especial. Todo lo que quedaba de sus bienes pertenecía a Dios
y debía ser usado para su gloria. Pero el diezmo era apartado para el