Página 87 - Consejos sobre Mayordom

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El mensaje de Malaquías
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Dios ha dado a cada persona su obra. Sus siervos han de actuar
en colaboración con él. Los hombres, si así lo prefieren, pueden
rehusar relacionarse con su Hacedor; pueden negarse a entregarse
a su servicio, y utilizar indebidamente los bienes que le fueron
confiados; pueden dejar de ejercer frugalidad y abnegación, y pueden
olvidar que el Señor requiere que le devuelvan una parte de lo que
él les ha dado. Tales personas son mayordomos infieles.
Un mayordomo fiel hará todo lo que puede en el servicio de
Dios; su gran preocupación será la necesidad del mundo. Compren-
derá que el mensaje de verdad debe predicarse, no sólo en su propio
vecindario sino en las regiones más alejadas. Cuando los hombres
tienen este espíritu, el amor a la verdad y la santificación que recibi-
rán mediante la verdad borrarán la avaricia, el engaño y toda clase
de falta de honradez.—
RH, Supplement, 1 de diciembre de 1896
.
Un atrevido repudio
“Entiendo que Ud. proclama también que no debemos pagar
diezmos. Hermano mío, ‘quita tus zapatos de tus pies’; porque el
lugar donde Ud. está es tierra santa. El Señor me ha hablado con
respecto al pago de los diezmos. Él ha dicho: ‘Traed todos los
diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa’... Muy recientemente
se me ha dado luz directa de parte del Señor sobre este asunto,
según la cual muchos adventistas del séptimo día estaban robando
a Dios en los diezmos y las ofrendas, y se me reveló claramente
que Malaquías ha declarado el caso tal como es en realidad. Luego
entonces, ¿cómo osa algún hombre siquiera pensar en su corazón
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que una sugestión para retener los diezmos y las ofrendas viene
del Señor? ¿Dónde, hermano, se ha descaminado Ud. de la senda?
¡Oh, encamínese de nuevo a la senda recta!”—
Testimonios para los
Ministros, 60.1
.
Robando a Dios
El hecho de que vuestros nombres están inscritos en el libro
de la iglesia no os convierte en cristianos. Debéis llevar vuestros
donativos al altar de sacrificio, y colaborar con Dios al máximo de
vuestra capacidad, para que por medio de vosotros él pueda revelar