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La administración de la disciplina correctiva
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sola corrección de esta naturaleza bastará para toda la vida, pues
demostrará al niño que l no tiene en sus manos las riendas del
dominio.
Y cuando este paso llega a ser necesario, se le debe inculcar
seriamente al niño el pensamiento de que se le administra el castigo
no para la satisfacción de los padres ni como acto de arbitraria
autoridad, sino para su propio beneficio. Debe enseñársele que todo
defecto no corregido le ocasionará desgracia, y desagradará a Dios.
Bajo esa disciplina, los niños hallarán su mayor felicidad en someter
su voluntad a la voluntad de su Padre celestial.—
Consejos para los
Maestros Padres y Alumnos, 90
.
Como el último recurso
—Muchas veces encontraris que si ra-
zonáis con ellos bondadosamente, no necesitarán ser azotados. Y un
trato tal los inducirá a tener confianza en vosotros. Os convertirán
en sus confidentes. Vendrán a vosotros y dirán: Me port mal hoy,
en tal momento, y quiero que me perdones y pidas a Dios que me
perdone. He pasado por escenas como sta y por lo tanto yo sé. . .
.Estoy agradecida de que tuve valor de tratarlos con firmeza cuando
se equivocaban, de orar con ellos y mantener las normas de la Pala-
bra de Dios delante de ellos. Estoy contenta de haberles presentado
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las promesas para los vencedores y las recompensas ofrecidas a los
que son fieles.—
Manuscrito 27, 1911
.
Nunca deis un golpe con ira
—Nunca deis a vuestro hijo un
golpe con ira a menos que queráis que aprenda a pelear y a reñir.
Como padres estáis en el lugar de Dios para vuestros hijos y debis
estar en guardia.—
Manuscrito 32, 1899
.
Quizá tengáis que castigar con la vara; esto es a veces esencial,
pero posponed cualquier arreglo de la dificultad hasta que hayáis
resuelto el caso con vosotros mismos. Preguntaos: ¿He sometido mi
conducta y mi voluntad a Dios? ¿Me he colocado donde Dios pueda
manejarme, de modo que tenga sabiduría, paciencia, bondad y amor
en mi trato con los elementos refractarios del hogar?—
Manuscrito
79, 1901
.
Advertencia a un padre de genio rápido
—Hno. L., ¿ha consi-
derado Ud. lo que es un niño y dónde va? Sus hijos son los miembros
más jóvenes de la familia del Señor: hermanos y hermanas confiados
a su cuidado por su Padre celestial para que Ud. los prepare y eduque
para el cielo. Cuando Ud. los trata ásperamente, como lo ha hecho