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Conducción del Niño
Mantened una firmeza uniforme, un control ecuánime
—Los
niños tienen naturalezas sensitivas y amantes. Son fácilmente com-
placidos y fácilmente disgustados. Las madres pueden ganar el
afecto de sus hijos mediante una suave disciplina y palabras y actos
amantes. Se necesitan firmeza uniforme y control ecuánime para
la disciplina de cada familia. Decid lo que queráis decir tranqui-
lamente, proceded con consideración, y cumplid lo que decís sin
desviaciones.
Da resultados buenos el manifestar afecto en vuestra asociación
con vuestros hijos. No los alejéis por vuestra falta de simpatía en sus
juegos infantiles, sus goces y sus dolores. Nunca frunzáis el ceño ni
se escape de vuestros labios una palabra áspera.—
Testimonies for
the Church 3:532
.
Aun la bondad debe tener sus límites. La autoridad debe ser
sostenida por una firme severidad, o será recibida por muchos con
burlas y desprecios. La falsa ternura, las súplicas y la indulgencia
empleadas con los jóvenes por padres y tutores son el peor mal
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que pueda hacérseles. En cada familia son esenciales la firmeza, la
decisión, los requisitos positivos.—
Testimonies for the Church 5:45
.
Recordad vuestras propias faltas
—Recuerden el padre y la
madre que ellos no son sino niños crecidos. Aunque ha brillado
sobre su senda una gran luz y han tenido una larga experiencia,
sin embargo, cuán fácilmente se dejan agitar por la envidia, los
celos y las malas conjeturas. Debido a sus propias faltas y errores,
debieran aprender a tratar suavemente con sus hijos descarriados.—
Manuscrito 53
.
Quizá os sintáis molestos a veces porque vuestros hijos hacen
lo contrario de lo que les ordenáis. ¿Pero habéis pensando en las
muchas veces que desobedecéis lo que Dios os ha ordenado hacer?—
Manuscrito 45, 1911
.
Cómo ganar el amor y la confianza
—Existe el peligro de que
tanto los padres como los maestros manden y dicten demasiado,
y no entren suficientemente en relaciones sociales con sus hijos
o alumnos. Con frecuencia se mantienen demasiado reservados, y
ejercen su autoridad de una manera fría, carente de simpatía, que
no puede ganar los corazones de los niños. Si tan sólo quieren
conseguir que éstos se acerquen a ellos, demostrándoles que los
aman y manifestando interés en todos sus esfuerzos, y aun en sus