Capítulo 47—La disciplina laxa y sus frutos
Una mala educación afecta toda la vida religiosa
—Un ay des-
cansa sobre los padres que no han educado a sus hijos para que sean
temerosos de Dios, sino que les han permitido que sean hombres
y mujeres indisciplinados y faltos de dominio propio. Durante su
propia niñez se les permitió manifestar sus pasiones y caprichos y
actuar por impulsos, y fomentan ese mismo espíritu en su propio
hogar. Son defectuosos en su carácter e iracundos en el manejo del
hogar. Aun en su aceptación de Cristo, no han vencido las pasiones
que se permitió que dominaran su corazón en su niñez. Llevan los
resultados de su educación precoz a través de toda su vida religiosa.
Es dificilísimo quitar la impresión que así se ha hecho en el plantío
del Señor; pues cuando se dobla la rama, el árbol se inclina. Si ta-
les padres aceptan la verdad, tienen ante sí una dura batalla. Quizá
se transforme su carácter, pero queda afectada toda su experiencia
religiosa por la disciplina laxa a que estuvieron sometidos en los
primeros años de su vida. Y sus hijos tienen que sufrir debido a
esa educación defectuosa, pues graban esas faltas en ellos hasta la
tercera y cuarta generación.—
The Review and Herald, 9 de octubre
de 1900
.
Como el Elí de antaño
—Cuando los padres sancionan los erro-
res de sus hijos, los perpetúan así como lo hizo Elí. Ciertamente
Dios los colocará en una situación donde verán que no sólo han
arruinado su propia influencia, sino también la influencia de los
jóvenes a quienes debieran haber reprimido. ... Tendrán amargas
lecciones que aprender.—
Manuscrito 33, 1903
.
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Ojalá los que hoy se asemejan a Elí, que por doquiera aducen
excusas para el descarrío de sus hijos, afirmaran prontamente su
autoridad recibida de Dios para restringir y corregir a sus hijos. Los
padres y tutores que pasan por alto y excusan el pecado en aquellos
que están bajo su ciudado, recuerden que así se hacen participantes
de esos errores. Si en vez de una indulgencia ilimitada se usara
con más frecuencia la vara del castigo, no con ira sino con amor y
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