Página 242 - Conducci

Basic HTML Version

238
Conducción del Niño
que recuerde las tareas que se le asignan; y al educárselos en hábitos
de utilidad en el hogar, se los está educando para realizar los deberes
prácticos que convienen para su edad.—
Fundamentals of Christian
Education, 368, 369
.
No es la elección natural de los jóvenes
—La clase de educa-
ción que hará idóneos a los jóvenes para la vida práctica, no es la
que eligen comúnmente Ellos insisten en sus deseos, sus gustos y
disgustos, sus preferencias e inclinaciones; pero si sus padres tie-
nen una visión correcta de Dios, de la verdad y de las influencias
y compañías que deben rodear a sus hijos, sentirán que sobre ellos
descansa la responsabilidad confiada por Dios de guiar cuidadosa-
mente a los jóvenes inexpertos.—
Consejos para los Maestros Padres
[276]
y Alumnos, 102
.
No es un método para escapar de las responsabilidades de la
vida
—Incúlquese en los jóvenes el pensamiento de que la educación
no les ha de enseñar a esquivar las tareas desagradables ni las cargas
pesadas de la vida; que su propósito es hacer más liviano el trabajo
mediante la enseñanza de mejores métodos y blancos más elevados.
Enseñadles que el verdadero blanco de la vida no es obtener toda la
ganancia posible para sí, sino honrar a su Hacedor haciendo su parte
en el trabajo del mundo y ayudando a los que son más débiles y más
ignorantes.—
La Educación, 217
.
La educación debiera despertar el espíritu de servicio
—Más
que ningún otro agente, el servir por amor a Cristo en las cosas
pequeñas de la vida diaria tiene poder para formar el carácter y para
dirigir la vida por el camino del servicio abnegado. Despertar este
espíritu, fomentarlo y encauzarlo debidamente es la obra de padres
y maestros. No podría encomendárseles obra más importante. El
espíritu de servicio es el espíritu del cielo, y en cada esfuerzo que se
haga para fomentarlo y alentarlo puede contarse con la cooperación
de los ángeles.
Una educación tal debe basarse en la Palabra de Dios. Sólo en
ella se exponen plenamente los principios de la educación. Debe
hacerse de la Biblia el fundamento del estudio y de la enseñanza.
El conocimiento esencial es el conocimiento de Dios y de Aquel a
quien envió.—
El Ministerio de Curación, 312
.
La educación moral está por encima de la cultura intelec-
tual
—Los niños necesitan grandemente la debida educación, a fin