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Conducción del Niño
ideas que armonizan con la Palabra de Dios? ¿Les es presentado el
pecado como una ofensa contra Dios? ¿Se les enseña que la obedien-
cia a los mandamientos de Dios es el principio de toda sabiduría?
Mandamos nuestros niños a la escuela sabática para que se les edu-
que acerca de la verdad, y luego, cuando van a la escuela fiscal, les
hacen aprender lecciones que encierran mentiras. Estas cosas con-
funden la mente y no debieran suceder, pues si los jóvenes acogen
ideas que pervierten la verdad, ¿cómo podrá ser contrarrestada la
influencia de dicha educación?
¿Podremos, acaso, maravillarnos de que en tales circunstancias
algunos jóvenes de entre los nuestros no aprecien los beneficios
religiosos? ¿Podremos maravillarnos de que se dejen arrastrar hacia
la tentación? ¿Podremos maravillarnos de que, habiendo vivido en
el abandono que les ha tocado, consagren sus energías a diversiones
que ningún bien les reportan, que estén empobrecidas sus aspira-
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ciones religiosas y oscurecida su vida espiritual? La mente será de
igual carácter que aquello de que se alimenta; la cosecha, de igual
naturaleza que la semilla sembrada. ¿No bastan estos hechos para
hacernos ver cuán necesario es amparar desde los primeros años la
educación de los jóvenes? ¿No sería mejor para los jóvenes crecer
hasta cierto punto en ignorancia de lo que comúnmente se acepta
por educación, más bien que llegar a ser indiferentes a la verdad de
Dios?—
Joyas de los Testimonios 2:452, 453
.
Escuelas en todas nuestras iglesias
—En todas nuestras iglesias
debiera haber escuelas, y en éstas, maestros que sean misioneros. Es
esencial que éstos estén preparados para desempeñar bien su parte
en la obra importante de educar a los niños de los observadores del
sábado, no sólo en las ciencias, sino en las Escrituras. Estas escuelas,
establecidas en diferentes localidades, bajo la dirección de hombres
y mujeres temerosos de Dios, según lo exija el caso, deben fundarse
sobre los mismos principios en que estaban edificadas las escuelas
de los profetas.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos,
129
.
Escuelas de iglesia en las ciudades
—Es de importancia máxi-
ma que se establezcan escuelas de iglesia a las cuales se puedan
enviar los niños y todavía estén bajo el cuidado de su madre y tengan
la oportunidad de practicar las lecciones de ser serviciales que es el
propósito de Dios que aprendan en el hogar. . . .