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La elección de la escuela
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de concentrar tantos edificios imponentes en unos pocos lugares,
debieran haberse establecido escuelas en muchas localidades.
Establézcanse ahora dichas escuelas con sabia dirección para
que los niños y jóvenes sean educados en sus propias iglesias. Es
una hiriente ofensa inferida a Dios el hecho de que haya existido
tanto descuido en esto, cuando la Providencia nos ha provisto tan
abundantes facilidades con que trabajar.—
Joyas de los Testimonios
2: 458
.
No se debe abandonar una escuela establecida
—Nunca debe
abandonarse el trabajo educativo en un lugar donde se ha establecido
una escuela de iglesia, a menos que Dios indique claramente que así
debe hacerse. Las condiciones adversas pueden parecer conspirar
contra la escuela, pero con la ayuda de Dios el maestro puede hacer
una gran obra salvadora y transformar las cosas.—
Consejos para los
Maestros Padres y Alumnos, 121
.
Encaminad a los niños desobedientes e indisciplinados
—A
veces hay en la escuela un elemento desordenado que hace muy
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difícil el trabajo. Los niños que no han recibido la debida educación
causan mucha dificultad, y su perversidad causa tristeza al corazón
del maestro. Pero él no debe desalentarse. Las pruebas imparten
experiencia. Si los niños son desobedientes e indisciplinados, tanto
más necesario es el esfuerzo arduo. El hecho de que haya alumnos de
tal carácter, es una de las razones por las cuales deben establecerse
escuelas de iglesia. Los niños cuyos padres no los han educado y
disciplinado, deben ser salvados si es posible.—
Consejos para los
Maestros Padres y Alumnos, 118
.
La conversación de los jóvenes mundanos
—Hace años, de-
bieran haberse levantado edificios escolares ên otros lugares además
de -----, no grandes êdificios, sino edificios adecuados para escuelas
de iglesia en los cuales los niños y jóvenes pudieran recibir una ver-
dadera educación. Los libros de texto empleados debieran ser de tal
carácter que llamaran la atención a la ley de Dios. La Biblia debiera
ser el fundamento de la educación. En esta obra se magnificarán la
luz, la fortaleza y el poder de la verdad. Los jóvenes mundanos cuya
mente no ha sido depravada por hábitos de sensualidad, se asociarán
con estas escuelas y serán convertidos. . . . Se me ha instruido que
esta clase de obra misionera tendrá una notable influencia al extender
la luz y el conocimiento de la verdad.—
Manuscrito 150, 1899
.