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Maestros y padres en sociedad
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ansiedad. Serán un sostén para sus maestros y un ejemplo y estímulo
para sus condiscípulos.—
La Educación, 275
.
Los hijos llevarán consigo dentro de las aulas la influencia de
vuestra enseñanza. Cuando los padres y los maestros piadosos, tra-
bajan en armonía, los corazones de los niños se preparan para tomar
un profundo interés en la obra de Dios en la iglesia. Los dones
cultivados en el hogar serán llevados a la iglesia y Dios será glorifi-
cado.—
Carta 29, 1902
.
Si los padres están tan absortos en los negocios y placeres de
esta vida que descuidan la disciplina apropiada de sus hijos, la obra
del maestro no solamente se hace muy dura y penosa, sino que a
menudo es completamente infructuosa.—
The Review and Herald,
13 de junio de 1882
.
El trabajo del maestro es complementario
—En la formación
del carácter, ninguna influencia vale tanto como la influencia del
hogar. La obra del maestro debería complementar la de los padres,
pero no ocupar su lugar. En todo lo que se refiere al bienestar del
niño, los padres y maestros deberían esforzarse por cooperar.—
La
Educación, 275
.
La educación dada al niño en el hogar debe ser tal que sea una
ayuda para el maestro. En el hogar, debe enseñarse al niño en cuan-
to a la importancia del aseo, el orden y la escrupulosidad; y esas
lecciones deben ser repetidas en la escuela.—
Manuscrito 45, 1912
.
Cuando el niño tiene bastante edad para ser enviado a la escuela,
el maestro debe cooperar con los padres, y la preparación manual ha
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de continuarse como parte de los estudios escolares. Hay muchos
estudiantes que se oponen a esta clase de trabajo en las escuelas.
Consideran degradantes el empleo útil, o el aprender un oficio; pero
los tales tienen una idea incorrecta de lo que constituye la verdadera
dignidad.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 113
.
El hogar puede ser bendecido a través de la escuela
—Si él [el
maestro] trabaja paciente, ferviente y perseverantemente, de acuerdo
a los métodos de Cristo, la obra de reforma hecha en la escuela, podrá
extenderse a los hogares de los niños, introduciendo en ellos una
atmósfera más pura y celestial. Esto es en verdad obra misionera del
más alto carácter.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos,
147
.