La unidad en la disciplina
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obedecen los principios colocados ante ellos, el maestro no siente
que tiene el derecho a ejercer autoridad?—
The Review and Herald,
15 de septiembre de 1904
.
Necesita la cooperación de los padres
—No se debe dejar que
el maestro lleve solo la carga de su trabajo. El necesita la simpatía,
la bondad, la cooperación y el amor de todo miembro de la iglesia.
Los padres deben animarlo demostrando que aprecian sus esfuerzos.
Nunca deben decir o hacer algo que estimule la insubordinación en
sus hijos. Pero sé que muchos padres no cooperan con el maestro. No
fomentan en su casa la buena influencia ejercida en la escuela. En vez
de cumplir en el hogar los principios de la obediencia enseñada en el
aula, les permiten a sus hijos hacer lo que quieren, e ir sin ninguna
restricción aquí y allá. Y si el maestro ejerce su autoridad para
exigir obediencia, los niños llevan a sus padres un relato exagerado
y distorsionado de la manera en que han sido tratados. El maestro
puede haber hecho tan sólo lo que era su penoso deber, pero los
padres simpatizan con sus hijos aun cuando han hecho lo malo. Y a
menudo los padres que gobiernan con ira son los más irrazonables
cuando se refrenan y disciplinan a sus hijos en la escuela.—
Consejos
para los Maestros Padres y Alumnos, 118, 119
.
Cuando los padres justifican las quejas de sus hijos contra la
autoridad y disciplina de la escuela, no se dan cuenta de que están
aumentando el poder desmoralizador que prevalece en un grado
terrible. Todas las influencias que rodean a los jóvenes deben estar en
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el lado correcto, pues aumenta la depravación juvenil.—
Testimonies
for the Church 5:112
.
Sostengan a los maestros fieles
—Los padres que nunca han
sentido la preocupación que debieran por el alma de sus hijos, y
que nunca los han reprimido debidamente ni los han educado, son
precisamente aquellos que manifiestan la más amarga oposición
cuando sus hijos son reprimidos, reprobados o corregidos en la
escuela. Algunos de estos niños son una desgracia para la iglesia y
una desgracia para el nombre de los adventistas.—
Testimonies for
the Church 5:51
.
Enseñen [los padres] a sus hijos a ser fieles a Dios, fieles a los
principios, y así fieles a sí mismos y a todos aquellos con quienes
se relacionan. . . . No es probable que los padres que imparten esta
educación, critiquen al maestro. Piensan que tanto el interés de sus