Página 305 - Conducci

Basic HTML Version

El ama de casa en la cocina
301
hijas entiendan los secretos de la economía doméstica sin educación.
Debiera instruirlas paciente y amorosamente, haciendo el trabajo
[351]
tan agradable como pueda por medio de su rostro amable y palabras
animadoras de aprobación.—
Testimonies for the Church 1:684
.
Si fracasan una vez, dos veces o tres veces no las censuréis. Ya
el desánimo está obrando tentán-dolas a decir: “No vale la pena; no
puedo hacerlo”. No es éste el tiempo de censurar. La voluntad se
está debilitando. Necesita el acicate de palabras animosas, alegres
y llenas de esperanza, tales como: “No importa los errores que
hayas cometido. Eres tan sólo aprendiz y debes esperar cometer
errores. Prueba otra vez. Piensa en lo que estás haciendo. Ten mucho
cuidado, y ciertamente tendrás éxito”.—
Testimonies for the Church
2:684, 685
.
Cómo se pueden enfriar el interés y el ardor
—Muchas ma-
dres no comprenden la importancia de estas ramas del conocimiento,
y antes de darse la molestia y el cuidado de instruir a sus hijas y
soportar sus fracasos y errores mientras aprenden, prefieren hacerlo
todo ellas mismas. Y cuando sus hijas fracasan en sus esfuerzos,
las alejan con estas palabras: “No vale la pena; tú no puedes hacer
esto o lo otro; me creas perplejidades y molestias más de lo que me
ayudas”.
Así se rechazan los primeros esfuerzos de las que están apren-
diendo, y el primer fracaso enfría tanto su interés y ardor por apren-
der, que tienen temor de hacer otra prueba y se dispondrán a coser,
tejer, limpiar la casa, cualquier cosa pero no cocinar. En esto la madre
cometió una gran falta. Debiera haberlas instruido pacientemente
para que, por medio de la práctica, pudieran haber obtenido una
experiencia que eliminara la falta de habilidad y remediara los mo-
vimientos incapaces de la obrera falta de experiencia.—
Testimonies
for the Church 2:685
.
La preparación más necesaria que las jóvenes pueden hacer
para la vida práctica
—Debiera instruirse cabalmente a las señori-
[352]
tas en el arte de cocinar. Cualesquiera sean las circunstancias de su
vida, aquí hay un conocimiento que puede ser usado prácticamente.
Es un aspecto de la educación que tiene una influencia muy directa
en la vida humana, especialmente en las vidas de aquellos a quienes
más amamos.—
Testimonies for the Church 2:683, 684
.