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Comiendo para vivir
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mida debe escogerse cuidadosamente y prepararse con inteligencia
y habilidad.—
El Ministerio de Curación, 231
.
“Nos arreglamos con cualquier cosa”
—Muchas familias ha-
cen grandes preparativos para agasajar a sus visitas. Se coloca una
gran variedad de alimento en la mesa. Este alimento es tentador
para los que no están acostumbrados a tanta variedad de alimentos
sabrosos. . . .
Conozco el proceder de algunos que hacen estos preparativos
extraordinarios para sus visitantes. Cuando están en familia, no ob-
servan ninguna regularidad. Se preparan las comidas de acuerdo con
la conveniencia de la esposa y madre. No se tiene en cuenta la feli-
cidad del esposo y de los hijos. Aunque se hace mucha ostentación
para las visitas, se piensa que cualquier cosa está bien para “entre
casa”. Una mesa contra la pared, una comida fría colocada en ella
sin ningún esfuerzo para hacerla atrayente se ven con demasiada
frecuencia. “Es tan sólo para nosotros”, dicen. “Nos arreglamos con
cualquier cosa”.—
Manuscrito 1, 1876
.
Haced de la comida una agradable ocasión social
—La hora
de la comida debería ser un momento de sociabilidad y descanso.
Debería desaparecer todo lo que abrume o irrite. Se deberían abrigar
sentimien11tos de confianza, bondad y gratitud hacia el Dador de
todo lo bueno y la conversación debería ser alegre y de un carácter
comunicativo, que eleve sin cansar.—
La Educación, 201, 202
.
La mesa no es un lugar donde debiera provocarse la rebelión de
los niños por el proceder irrazonable de los padres. Toda la familia
debiera comer con alegría, con gratitud, recordando que los que
aman y obedecen a Dios participarán de la cena de las bodas del
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Cordero en el reino de Dios, y Jesús mismo les servirá.—
Carta 19,
1892
.
La regularidad en las comidas
—La irregularidad en las comi-
das destruye el tono sano de los órganos de la digestión, en perjuicio
de la salud y del buen humor.—
El Ministerio de Curación, 298
.
En ningún caso debiera haber irregularidad en las comidas. Si se
come el almuerzo una hora o dos antes del tiempo usual, el estómago
no está preparado para la nueva carga; porque no ha digerido el
alimento ingerido en la comida anterior y no tiene fuerza vital para
la nueva hora. Así se sobrecarga el organismo.