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Las bendiciones de la vestimenta correcta
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los requisitos de esa orden tan claramente dada por el Señor. [
1
Pedro 3:3-5
.]—
Mensajes para los Jóvenes, 343, 344
.
[391]
Peligros del amor al vestido
—El amor al vestido hace peligrar
la moralidad, y hace de la mujer lo contrario de una dama cris-
tiana, caracterizada por la modestia y la sobriedad.—
Joyas de los
Testimonios 1:600
.
El vestido ostentoso y extravagante con demasiada frecuencia
fomenta la concupiscencia en el corazón del que lo lleva y despierta
bajas pasiones en el corazón del que mira. Dios ve que la ruina del
carácter es precedida frecuentemente por la complacencia del orgullo
y de la vanidad en el vestido. Ve que los atavíos costosos sofocan el
deseo de hacer el bien.—
Testimonies for the Church 4:645
.
El testimonio de la sencillez en el vestido
—El vestido simple,
sencillo y sin ostentación será una recomendación para mis herma-
nas jóvenes. De ninguna forma mejor podéis hacer brillar vuestra
luz a otros que mediante vuestra sencillez en el vestido y vuestro
comportamiento. Podéis mostrar a todos que. en comparación con
las cosas eternas, colocáis una estimación adecuada en las cosas de
esta vida.—
Testimonies for the Church 3:376
.
El recato protegerá de mil peligros
—Mis hermanas. evitad
aun la apariencia de mal. En esta era disoluta, saturada de corrupción,
no estáis seguras a menos que estéis protegidas. La virtud y el recato
son raros. Os exhorto, como seguidoras de Cristo que hacéis una
elevada profesión, que acariciéis la preciosa y sin par gema del
recato. Ella preservará la virtud.—
Testimonies for the Church 2:458
.
La casta sencillez en el vestir, unida a la modestia de conducta
será de mucho mayor influencia para rodear a una joven de una
atmósfera de reserva sagrada que será para ella un escudo contra
miles de peligros.—
La Educación, 242
.
Una idea anticuada
—Se piensa que es una idea completamente
extravagante y anticuada el preparar a los niños para que caminen
[392]
por la angosta senda de la pureza y la santidad. Esto prevalece aun
entre los padres que profesan adorar a Dios, pero sus obras testifican
que son adoradores de Mammón. Tienen la ambición de competir
con sus vecinos y de resaltar, en su vestimenta y en la de sus hijos,
dentro de los miembros de la iglesia a la cual pertenecen.—
The
Signs of the Times, 10 de septiembre de 1894
.