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Conducción del Niño
El único vestido que se admite en el cielo
—Hay un vestido que
cada niño y cada joven puede buscar inocentemente. Es la justicia
de los santos. Si tan sólo fueran tan dispuestos y perseverantes en
obtener esto, como son en arreglar sus vestidos de acuerdo con las
modas de la sociedad mundana, pronto estarían revestidos con la
justicia de Cristo y sus nombres no serían borrados del libro de la
vida. Las madres, tanto como las jóvenes y niñas, necesitan orar:
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto
dentro de mi”.
Salmos 51:10
. Esta pureza de corazón y gracia del
espíritu son más preciosas que el oro, tanto para este tiempo como
para la eternidad. Sólo los puros de corazón verán a Dios.
Por lo tanto, madres, enseñad a vuestras hijas, línea sobre linea y
precepto sobre precepto, que la justicia de Cristo es el único vestido
con el que podrán ser admitidas en el cielo y que revestidas con este
atavío continuamente realizarán sus deberes en esta vida glorificando
a Dios.—
Christian Temperance and Bible Hygiene, 95
.
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