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La enseñanza de los principios fundamentales de la vestimenta
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Adorno imperecedero en vez de oro o perlas
—Hay un adorno
que no perecerá nunca, que promoverá la felicidad de todos los que
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nos rodean en esta vida y resplandecerá con lustre, inmarcesible en
el futuro inmortal. Es el adorno de un espíritu manso y humilde.
Dios nos ha ordenado llevar sobre el alma el atavío más rico. . . .
En vez de procurar adornos de oro para la vista, se debería hacer
un esfuerzo ferviente para obtener la sabiduría que es de más valor
que el oro fino; sí, que es más preciosa que los rubies.—
Joyas de los
Testimonios 1:598
.
De cuán poco valor son el oro o las perlas o los atavíos costosos
en comparación con la gracia de Cristo. La gracia natural consiste
de simetría, o la proporción armoniosa de las partes, cada una con la
otra; pero la simpatía espiritual consiste en la armonía o semejanza
de nuestra alma con Jesús. Esto hará a su poseedor más precioso que
el oro refinado. aun el oro de Ofir. Ciertamente, la gracia de Cristo
es un adorno inapreciable. Eleva y ennoblece a su poseedor y refleja
rayos de gloria sobre los otros. atrayéndolos también a la Fuente de
luz y bendición.—
The Review and Herald, 6 de diciembre de 1881
.
Los atractivos de la verdadera belleza
—Existe en todos la
tendencia natural a ser sentimentales más bien que prácticos. En
vista de este hecho, es importante que los padres, en la educación de
sus hijos. dirijan y eduquen sus mentes para que amen la verdad, el
deber y la abnegación, y que posean una noble independencia, que
elijan lo correcto aunque la mayoría elija lo erróneo. . . .
Si conservan sano su organismo y amable su temperamento,
poseerán la verdadera belleza que podrán llevar con gracia divina. Y
no tendrán necesidad de adornarse con postizos, pues éstos siempre
son la expresión de la ausencia del adorno interno del verdadero
valor moral. Un carácter bello es de valor a la vista de Dios. Una
belleza tal atraerá pero no descarriará. Ese tipo de encantos tienen
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colores firmes, nunca se desvanecen.—
The Signs of the Times, 9 de
diciembre de 1875
.
La religión pura de Jesús requiere de sus seguidores la sencillez
de la belleza natural y el lustre del refinamiento natural y la pureza
excelsa, antes que lo falso y artificial.—
Testimonies for the Church
3:375
.
Enseñad a los niños que reconozcan un vestido sensato
Seamos fieles a los deberes de la vida del hogar. Entiendan nuestros