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Conducción del Niño
Un punto aclarado
—Con frecuencia se me ha hecho la pre-
gunta si yo creo que está mal usar sencillos cuellos de hilo.
Mi
respuesta siempre ha sido no. Algunos han tomado el significado
extremo de lo que yo he escrito acerca de los cuellos, y han man-
tenido que está mal usarlos de cualquier clase. Se me mostraron
costosos cuellos complicados y caros e innecesarias cintas y enca-
jes que han usado algunas observadoras del sábado y todavía usan
debido a la ostentación y a la moda. Al mencionar cuellos, yo no
quería que se entendiera que no debería usarse ninguna clase de
cuello, o al mencionar cintas, que no se debiera usar ninguna clase
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de cintas.—
Testimonies for the Church 1:135, 136
.
Adornos extravagantes o extremos
—Nuestros pastores y sus
esposas deben ser un ejemplo de sencillez en el vestir; deben vestir
en forma prolija, cómoda, usando buen material, pero evitando todo
lo que se asemeje a extravagancia y a adornos, aunque no sean cos-
tosos; porque estas cosas constituyen una desventaja para nosotros.
Debemos educar a los jóvenes en la sencillez en el vestir, sencillez
con pulcritud. Que los adornos adicionales sean dejados de lado, aun
cuando cuesten una bagatela.—
Testimonios para los Ministros, 179
.
No para la ostentación
—El verdadero refinamiento no se sa-
tisface con el adorno del cuerpo para la ostentación.—
Christian
Temperance and Bible Hygiene, 93
.
La Biblia nos enseña la modestia en el vestir. “Asimismo oren
también las mujeres en traje decente, ataviándose con recato y mo-
destia”.
1 Timoteo 2:9
. Este pasaje prohibe la ostentación en el vestir,
los colores chillones, los adornos profusos. Todo medio destinado
a llamar la atención a la persona así vestida, o a despertar la admi-
ración, queda excluido de la modesta indumentaria impuesta por la
Palabra de Dios.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos,
231
.
La abnegación en el vestir es parte de nuestro deber cristiano.
El vestir sencillamente y abstenerse de ostentar joyas y adornos de
toda clase está de acuerdo con nuestra fe. ¿Pertenecemos al número
de aquellos que ven la insensatez de los mundanos al entregarse a la
extravagancia en el vestir y al amor de las diversiones?—
Joyas de
los Testimonios 1:350, 351
.
Véase
Testimonies for the Church 1:135, 136
.