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Conducción del Niño
Una severa batalla delante de los niños indisciplinados
—Los
niños que son así criados sin disciplina, tienen que aprenderlo to-
do cuando profesan seguir a Cristo. Toda su experiencia religiosa
queda afectada por la crianza que han recibido en su niñez. Muchas
veces aparece el mismo carácter voluntarioso, la misma falta de ab-
negación, la misma impaciencia bajo los reproches, el mismo amor
propio y mala voluntad para aceptar consejos ajenos, o para recibir
la influencia de los juicios ajenos, la misma indolencia, el mismo
espíritu de rehuir las cargas y de negarse a llevar responsabilidades.
Todo esto se ve en su relación con la iglesia. Para los tales es posible
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vencer; pero ¡cuán dura es la lucha que les aguarda y cuán severo el
conflicto! ¡Cuán duro es pasar por el curso de disciplina cabal nece-
sario para alcanzar la elevación del carácter cristiano! Sin embargo,
si llegan a vencer al fin, les será permitido ver, antes de ser traslada-
dos, cuánto se acercaron al precipicio de la destrucción eterna, por
haberles faltado la debida preparación en la juventud, por no haber
aprendido a someterse en la niñez.—
Joyas de los Testimonios 1:79
.
Fortaleced contra las influencias corruptoras
—Padres, ha-
béis tomado la responsabilidad de traer niños al mundo sin su con-
sentimiento, y sois responsables por la vida y el alma de vuestros
niños. Ellos sienten las atracciones del mundo que los fascinan y
subyugan. Podéis educarlos de modo que se fortalezcan contra sus
influencias corruptoras. Podéis prepararlos para que lleven las res-
ponsabilidades de la vida y comprendan sus obligaciones hacia Dios,
la verdad y el deber y las consecuencias que tendrán sus acciones en
su vida futura inmortal.—
The Signs of the Times, 9 de diciembre de
1875
.
Los jóvenes de nuestros días ignoran las maquinaciones de Sata-
nás. Por lo tanto, los padres debieran estar alerta en estos tiempos
peligrosos, trabajando con perseverancia y laboriosidad para prote-
gerlos del primer ataque del enemigo. Debieran instruir a sus hijos
cuando están en el hogar, o cuando van por el camino, al levantarse
y al acostarse.—
The Signs of the Times, 26 de febrero de 1880
.
Debe ejercerse eterna vigilancia para que los hijos sean guiados
por sendas de justicia. Satanás comienza su obra en ellos desde
su más tierna infancia y crea deseos de lo que Dios ha prohibido.
La seguridad de los niños depende grandemente de la vigilancia y