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La responsabilidad por los intereses eternos.
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dar forma, pulir y refinar a sus hijos de acuerdo con el modelo dado
a ellos en Cristo Jesús. Así como el paciente artista estudia y trabaja,
y forma planes para hacer perfectos los resultados de su obra, asi los
padres debieran considerar tiempo bien invertido el que es ocupado
en preparar a los hijos para vidas útiles y en capacitarlos para el
reino inmortal. El trabajo del artista es pequeño y sin importancia
comparado con el del padre. El primero trabaja con material inerte,
con el cual produce formas bellas; pero el segundo trata con un ser
humano cuya vida puede ser modelada para bien o para mal, para
bendecir a la humanidad o para maldecirla; para salir a las tinieblas,
o para vivir para siempre en un mundo futuro sin pecado.—
Pacific
Health Journal, mayo de 1890
.
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Tened como blanco la perfección
—Cristo una vez fue niñito.
Honrad a los niños debido a él. Consideradlos como un depósito
sagrado, no para ser mimados y convertidos en ídolos, sino para
enseñarles a vivir vidas puras y nobles. Son la propiedad de Dios.
El los ama y os llama para que cooperéis con él al enseñarles a
formar caracteres perfectos. El Señor requiere la perfección de su
familia redimida. Espera de nosotros la perfección que Cristo reveló
en su humanidad. Los padres y madres necesitan especialmente
comprender los mejores métodos de preparar a sus hijos para que
puedan cooperar con Dios.—
Manuscrito 19, 1900
.
Se necesitan padres convertidos
—Día y noche me siento abru-
mada con el pensamiento de nuestra gran necesidad de padres con-
vertidos. Cuántos hay que necesitan humillar el corazón delante de
Dios y relacionarse correctamente con el cielo si quieren ejercer
influencia salvadora en su familia. Debieran saber lo que deben
hacer para heredar la vida eterna si es que quieren preparar a sus
hijos para la herencia de los redimidos. Cada día debieran recibir la
luz del cielo en su alma, las impresiones del. Espíritu Santo en su
corazón y mente. Cada día debieran recibir la Palabra de verdad y
debieran permitirle que controlara la vida.—
Manuscrito 53, 1912
.
Grandes responsabilidades descansan sobre los padres y ellos de-
bieran esforzarse fervientemente para cumplir esta misión asignada
por Dios. Cuando vean la necesidad de doblegar todas las energías
del ser para la obra de preparar a sus hijos para Dios, desaparecerá
una gran porción de la frivolidad y fingimiento innecesarios que
ahora se ven. Considerarán que ningún sacrificio ni ninguna tarea