Un campo amplio e importante
Los directores y obreros de nuestras escuelas sabáticas tienen
un campo muy importante y abarcante que cultivar. Necesitan ser
bautizados con el Santo Espíritu de Dios, para que sus mentes sean
inducidas a emplear los mejores métodos, y a seguir los mejores
planes a fin de que su obra tenga éxito completo. El Señor obrará con
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sus esfuerzos, porque los jóvenes fueron comprados con la sangre
del unigénito Hijo de Dios. El Señor los amó, y entregó a Jesús a la
muerte “para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga
vida eterna.”
Hay una gran labor educativa que llevar adelante. Los maestros
deberían orar a menudo por los niños y jóvenes y con ellos, para que
puedan ver al “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Deberían enseñar a los jóvenes su responsabilidad ante Dios, y
ayudarles a entender lo que Jesús espera de ellos. Ejerced toda la
influencia de que os sea posible valeros para interesarlos en las
Escrituras. Trabajad por sus almas, para que ellos mismos lleguen a
ser obreros celosos, y dediquen sus talentos a hacer saber a otros lo
que se les ha hecho saber a ellos.—
Testimonies on Sabbath-School
Work 83
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