Página 60 - Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica (1992)

Basic HTML Version

Cooperación en el hogar
Aunque son esenciales los esfuerzos sabios y pacientes del maes-
tro, la labor no debe dejarse enteramente en las manos del obrero de
la escuela sabática y de la iglesia, sino que debe hallar su fundamen-
to y apoyo en la obra del hogar. A los padres les es encomendada
una responsabilidad y un cargo sagrados, y se les pide que llenen su
cargo y lleven su responsabilidad en el temor de Dios, velando por
las almas de sus hijos como quienes tienen que dar cuenta.
La obra misionera del hogar ha sido extrañamente desatendida.
Los que han tenido la mayor razón para manifestar solicitud fer-
viente, como la de Cristo, por la salvación de sus hijos, han sido
indiferentes para con sus responsabilidades, y han apreciado livia-
namente las necesidades de sus familias. Muchos han eludido la
responsabilidad que Dios les ha dado a los hombres y mujeres como
padres, y la han cargado sobre el obrero de la escuela sabática y la
influencia de la iglesia. Pero cada agente tiene su obra, y los padres
que descuidan su parte serán pesados en la balanza y hallados faltos.
La instrucción dada por Cristo a los hijos de Israel, desde la
columna de nube, define el deber de los padres, y no es indefinida ni
difícil de entender. Esta instrucción es para nuestra admonición y
beneficio. “Por tanto pondréis éstas mis palabras en vuestro corazón
y en vuestra alma; y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán
[49]
por frontales entre vuestros ojos.” En toda obra de sus manos, habían
de acordarse del mandamiento del Señor. Habían de atarlo sobre sus
manos, no literalmente, sino que debía influir en toda transacción de
su vida. Debía ser como frontal entre sus ojos. Su mente había de
meditar en la verdad de los mandamientos de Dios, y ellos mismos
debían ser gobernados por los principios de estos mandamientos.
“Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas, ora sentado en
tu casa, o cuando te acuestes y cuando te levantes; andando por el
camino. Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas.
Para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos,
56