Página 66 - Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica (1992)

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Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica
se desarrollen en la pureza y tengan hábitos bien arraigados que
conduzcan a la salud y la felicidad. Con una educación tal adquirirán
una clase de conocimientos que les perfeccionará el carácter con
simetría y fortaleza.
Descuido erizado de peligros
Si a los jóvenes se les permite elegir una educación por sí mis-
mos, hallarán a mano todas las facilidades. De una diversidad de
fuentes será traído a la mente el conocimiento del mal, y tal vez
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nunca podrá ser borrado enteramente más tarde en la vida. Cuando
los padres descuidan su deber de sentar el fundamento del carácter
de sus hijos, empleando los mejores principios como material con
que edificarlo, el enemigo de Dios y del hombre suplirá este descui-
do, y la juventud será indiferente para con la virtud y la verdad. Se
debe hacer del hogar el sitio más placentero del mundo. ¿Qué es lo
externo y artificial comparado con lo verdadero y natural? El Señor
les ha dado a los niños facultades que necesitan la más cuidadosa
educación, tanto de parte de los padres como de los maestros.
Aquellos a quienes Dios ha encargado la responsabilidad de
disciplinar a la juventud, deberían hallarse en condición de poder
cooperar con él en el desarrollo de los preciosos dones de la mente y
del corazón, para que la juventud adquiera la clase de conocimientos
que acrecienten su fortaleza y que constituyan una adquisición que
pueda llevarse a la vida futura, inmortal...
Una obra de la mayor importancia
Amoldar y formar el carácter de los niños y jóvenes es una obra
de la más alta importancia, en la que se necesita presentar a Cristo,
con su incomparable amor, a la mente, para que sus encantos, que son
más fuertes que los del mundo, se contrapongan a éstos y eclipsen
sus atractivos. La juventud no debe ver sólo una teoría, por muy
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lógica que sea, sino el carácter amante y la gloria de Cristo. Debe
inducírsela a contemplar las riquezas del mundo eterno, hasta que se
logre animarla, infundirle valor y ganarla. El amor de Jesús debe ser
el móvil de todo esfuerzo; impele, constriñe, cautiva.—
Testimonies
on Sabbath School Work 101-105
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