La dirección de la manada pequeña
Nuestros directores, nuestros maestros de la escuela sabática,
deberían orar frecuentemente. Una palabra hablada en tiempo opor-
tuno puede ser como buena semilla en las mentes juveniles, y dirigir
a los pequeñuelos por la senda de la rectitud. Pero una palabra inco-
rrecta puede guiar sus pies a la senda de la ruina.—
Testimonies on
Sabbath-School Work, 112
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