Página 167 - Consejos para la Iglesia (1991)

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La elección de esposo o de esposa
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Advertencias a los que piensan casarse
Los jóvenes confían demasiado en los impulsos. No deben ceder
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con demasiada facilidad, ni dejarse cautivar con prontitud excesiva
por el exterior atractivo de quien dice amarlos. Tal como se lo prác-
tica en este época, el galanteo es un plan engañador e hipócrita, que
tiene mucho más que ver con el enemigo de las almas que con el
Señor. Si en algo hay necesidad de buen sentido común es en esto;
pero el hecho es que interviene muy poco en tal asunto
La imaginación y el amor sentimental enfermizos deben evitarse
como la lepra. Muchísimos jóvenes, hombres y mujeres, carecen
de virtud en esta época del mundo; por lo tanto se requiere mucha
cautela. Los que hayan conservado un carácter virtuoso pueden
tener verdadero valor moral, aunque carezcan de otras cualidades
deseables.
Este sentimentalismo bajo, mezclado con la experiencia religiosa
de los jóvenes, abunda en esta época del mundo. Hermana mía,
Dios requiere de usted que sea transformada. Le imploro que eleve
sus afectos. Dedique sus facultades mentales y físicas al servicio
de su Redentor, quien la compró. Santifique sus pensamientos y
sentimientos para realizar todas sus obras en Dios.
Los ángeles de Satanás velan con los que se dedican al galanteo
gran parte de la noche. Si los ojos de éstos pudieran abrirse, verían
a un ángel anotar sus palabras y sus actos. Violan las leyes de la
salud y de la modestia. Sería más propio dejar algunas horas de
ese galanteo para la vida marital; pero por lo general el casamiento
acaba con toda la devoción manifestada durante el noviazgo.
Satanás sabe exactamente con qué elementos trata, y despliega
su sabiduría infernal en diversos ardides para entrampar las almas
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y llevarlas a la ruina. Vigila todo paso que se da, hace muchas
sugestiones, y a menudo esas sugestiones son aceptadas antes que
el consejo de la Palabra de Dios. El enemigo prepara hábilmente
esa red tupida y peligrosa para prender a los jóvenes e incautos. A
menudo puede ocultarla bajo un manto de luz; pero los que llegan
a ser sus víctimas se asaetan con muchos dolores. Como resultado
vemos por todas partes seres humanos que naufragan.