Página 113 - Consejos Sobre el R

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Fisiología de la digestión
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disminuye si se los tiene apretados y comprimidos. De ahí los malos
efectos de la costumbre tan común, principalmente en las ocupa-
ciones sedentarias, de encorvarse al trabajar. En esta posición es
imposible respirar hondamente. La respiración superficial se vuelve
pronto un hábito, y los pulmones pierden la facultad de dilatarse. Se
produce un efecto semejante al apretarse el corsé...
Así se recibe una cantidad insuficiente de oxígeno. La sangre
se mueve perezosamente. Los productos tóxicos del desgaste, que
deberían ser eliminados por la espiración, quedan dentro del cuerpo
y corrompen la sangre. No sólo los pulmones, sino el estómago, el
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hígado y el cerebro quedan afectados. La piel se pone cetrina, la
digestión se retarda, se deprime el corazón, se anubla el cerebro,
los pensamientos se vuelven confusos, se entenebrece el espíritu, y
el organismo entero queda deprimido e inactivo y particularmente
expuesto a la enfermedad.—
El Ministerio de Curación, 207 (1905)
.
La molestia de una dieta líquida
161. Si su salud física no se hubiera incapacitado, Ud. hubie-
ra sido una mujer eminentemente útil. Ud. ha estado enferma por
mucho tiempo, y esto ha afectado su imaginación, de manera que
sus pensamientos han estado concentrados en Ud. misma, y la ima-
ginación ha afectado el cuerpo. Sus hábitos no han sido buenos en
muchos respectos. Su alimentación no ha sido la más adecuada en
cantidad o calidad. Ud. ha comido demasiado, y alimentos de una
calidad pobre, que no podían ser convertidos en buena sangre. Ud.
ha educado al estómago en esta clase de régimen. Según su juicio,
esto era lo mejor, porque Ud. se dio cuenta de que sus trastornos de
esta manera resultaban menores. Pero ésta no fue una experiencia
correcta. Su estómago no estaba recibiendo el vigor que debería
recibir de sus alimentos. Tomados éstos en estado líquido, no podían
darle a su organismo vigor o tono saludable. Cuando Ud. cambie
este hábito, y consuma más sólidos que líquidos, su estómago sentirá
molestias. Sin embargo, no debe ceder; debe educar su estómago pa-
ra que soporte un régimen más sólido.—
Testimonies for the Church
3:74 (1872)
.
162. Les dije que la preparación de sus alimentos era errónea,
y que viviendo principalmente a base de sopas, café y pan no era