Página 175 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

Número de comidas
171
necesitan descanso. Entre las comidas deben mediar cuando menos
cinco o seis horas, y la mayoría de las personas que quieran hacer la
prueba verán que dos comidas al día dan mejor resultado que tres.
[
How to Live, 55-57
.]—
Mensajes Selectos 2:478-480 (1865)
.
270. Muchos tienen el hábito perjudicial de comer justamen-
te antes de dormir. Tal vez han tenido tres comidas regulares; sin
embargo, ingieren una cuarta comida porque experimentan una sen-
sación de languidez. La complacencia de esta práctica equivocada
la ha convertido en un hábito, y piensan que no podrán dormir si
no comen antes. En muchos casos, esa languidez se debe a que los
órganos digestivos ya han sido recargados severamente durante el
día con la digestión de alimento perjudicial ingerido con demasiada
frecuencia y en cantidad excesiva. Los órganos digestivos que han
sido recargados de esta manera, se fatigan y necesitan un período
de completo descanso para recobrar sus energías exhaustas. Nunca
debería ingerirse una segunda comida hasta tanto el estómago haya
tenido tiempo de descansar del trabajo de digerir la comida anterior.
Si es necesario tomar una tercera comida, ésta debería ser liviana y
debería tomarse varias horas antes de acostarse.
Pero en el caso de muchas personas, el pobre y cansado estó-
mago puede quejarse en vano de cansancio. Se introduce en él una
nueva cantidad de alimento que pone en movimiento los órganos
[207]
digestivos para volver a realizar el mismo ciclo de trabajo durante
las horas de sueño. El sueño de tales personas por lo general es per-
turbado por pesadillas, y en la mañana despiertan cansadas. Sienten
una sensación de languidez e inapetencia. En todo el organismo
se experimenta una falta de energía. En poco tiempo los órganos
digestivos están agotados porque no han tenido tiempo para des-
cansar. Estas personas se convierten en dispépticos desdichados, y
se preguntan por qué se encuentran en tal condición. La causa ha
producido infaliblemente el resultado. Si esta práctica se mantiene
durante mucho tiempo, la salud quedará seriamente perjudicada.
La sangre se torna impura, la tez se pone pálida y con frecuencia
aparecen erupciones. Tales personas suelen quejarse de dolores fre-
cuentes y de malestar en la región estomacal; y mientras trabajan,
el estómago se cansa tanto que ellas se retiran del trabajo para po-
nerse a descansar. Pero parecería que son incapaces de explicar esta