régimen durante la infancia
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dan vencidos, y son arrastrados a la deriva y finalmente ocupan la
sepultura de un borracho.
Pero no es ésta la única manera en que el apetito es pervertido
y transformado en una trampa. Muchas veces el alimento es de tal
índole que excita un deseo por las bebidas alcohólicas. Se presentan
delante de los niños platos elaborados: alimentos condimentados,
salsas sabrosas, tortas y pasteles. Estas comidas demasiado condi-
mentadas irritan el estómago y crean un deseo de estimulantes cada
vez más fuertes. No sólo se tienta al apetito con alimento inadecuado
del cual se permite que los niños consuman en abundancia, sino que
se los deja que coman entre horas, y para cuando alcanzan los doce
o catorce años de edad son dispépticos confirmados.
Posiblemente habréis visto el grabado que representa el estóma-
go de un aficionado a las bebidas fuertes. Una condición similar se
produce bajo la influencia de las especias fuertes. Con el estómago
en una condición tal, hay un deseo vehemente de aplacar el apetito,
de algo más y más fuerte. El próximo paso será encontrar a los hijos
en la calle aprendiendo a fumar.—
Christian Temperance and Bible
Hygiene, 17 (1890)
.
Alimentos especialmente perjudiciales para los niños
356. Es imposible para los que dan rienda suelta al apetito que
obtengan la perfección cristiana. Las sensibilidades morales de sus
hijos no pueden ser despertadas fácilmente, a menos que tengan
cuidado en la elección de su alimento. Muchas madres tienden la
mesa de tal manera que es una trampa para la familia. La carne, la
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mantequilla, el queso, los pasteles suculentos, el alimento condimen-
tado son consumidos tanto por los mayores como por los jóvenes.
Estas cosas cumplen su obra al trastornar el estómago, excitando los
nervios y debilitando el intelecto. Los órganos que elaboran la sangre
no la pueden convertir en buena sangre. Se hace difícil la digestión
del alimento cocinado con grasa. El efecto del queso es pernicioso.
La harina refinada no ofrece al organismo la nutrición que se obtiene
del pan integral. Su uso común no favorecerá al organismo ni lo
mantendrá en la mejor condición. Al principio las especias irritan
las membranas delicadas del estómago, pero finalmente destruyen
su sensibilidad. La sangre se afiebra, se despiertan las propensiones