Página 252 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

248
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
al ver que la madre llevaba las cargas pesadas, mientras que la hija,
quien manifestaba alegría, y tenía buen grado de salud y vigor, no
sentía ninguna preocupación ni responsabilidad. Cuando hay gran-
des reuniones, y las familias tienen muchas visitas, he visto a la
madre llevar el peso de la carga, ocupándose de todos los detalles,
en tanto que las hijas permanecían sentadas conversando con sus
amigos, en un intercambio social. Estas cosas me han parecido tan
erróneas que a duras penas he conseguido abstenerme de hablar a
las jóvenes descuidadas, indicándoles que vayan a trabajar. Aliviad
a vuestra madre cansada. Llevadla para que se siente en el porche, e
insistid que descanse y disfrute de la asociación con sus amigos.
Pero las hijas no son las únicas personas a quienes hay que culpar.
También la madre es culpable. Ella no ha enseñado pacientemente a
sus hijas a cocinar. Ella sabe que a las hijas les falta conocimiento en
el arte culinario, y por lo tanto no puede obtener alivio en el trabajo.
Ella misma debe atender todo lo que requiere cuidado, pensamiento
y atención. Las jóvenes deben ser cabalmente instruidas en la cocina.
Cualesquiera sean las circunstancias que sobrevengan en su vida,
esto constituye un conocimiento que pueden poner en práctica. Esta
es una rama de la educación que tiene la más directa influencia sobre
la vida humana, especialmente en las vidas de aquellos que nos son
más queridos.
Más de una esposa y madre que no ha tenido la debida educa-
ción, y que carece de la habilidad en el arte culinario, presenta todos
los días a su familia un menú pobremente preparado, el cual está
destruyendo en forma permanente y segura los órganos digestivos,
produciendo una calidad pobre de sangre, y con frecuencia originan-
do ataques agudos de enfermedad inflamatoria, y causando muerte
[309]
prematura...
Animad a los que aprenden
Es un deber religioso que toda señorita y mujer cristiana aprenda
sin dilación a hacer un pan bueno, dulce y liviano de harina de trigo
sin cernir. Las madres deben llevar a sus hijas a la cocina consigo
cuando son muy jóvenes, y enseñarles el arte de cocinar. La madre no
puede esperar que sus hijas comprendan los misterios de los trabajos
de la casa sin educación. Debe instruirlas con paciencia, y con amor,