Página 265 - Consejos Sobre el R

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Los alimentos sanosy los restaurantes higiénicos
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muchas personas que no son de nuestra fe. No se considere esta
línea de trabajo como separada de los otros ramos de la obra de
un congreso. Cada ramo de la obra de Dios está estrechamente
unido con los demás, y todos deben avanzar en perfecta armonía.—
Testimonies for the Church 7:41 (1902)
.
413. En nuestras ciudades, obreros que manifiesten interés de-
ben encargarse de las diferentes ramas de la obra misionera. Se
establecerán restaurantes higiénicos. ¡Pero con qué cuidado debe
realizarse esta obra! Los que trabajen en estos restaurantes deben
estar experimentando constantemente, a fin de aprender cómo pre-
parar alimentos sabrosos y sanos. Todo restaurante higiénico debe
ser una escuela para los obreros relacionados con él. En las ciudades
este ramo de trabajo puede realizarse en una escala mucho mayor
que en los lugares pequeños. Pero en todo lugar donde haya una
iglesia y una escuela de iglesia, debe darse instrucción con respecto
a la preparación de alimentos sencillos y sanos para el uso de los
que deseen vivir de acuerdo con los principios de la reforma pro
salud. Y en todos nuestros campos misioneros puede hacerse una
obra similar.—
Manuscrito 79, 1900
.
Nuestros restaurantes han de proceder por principio
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414. Ud. necesitará precaverse constantemente contra la intro-
ducción de algunas cosas, que, aunque aparentemente son inofensi-
vas, llevarán a sacrificar ciertos principios que siempre deben mante-
nerse en nuestra obra relacionada con los restaurantes... No debemos
esperar que aquellos que toda la vida han gratificado su apetito
entiendan de inmediato cómo preparar alimentos que sean saluda-
bles, sencillos y apetitosos. Esta es la ciencia que todo sanatorio y
restaurante higiénico ha de enseñar...
Si disminuyen los clientes de nuestros restaurantes porque rehu-
samos apartarnos de los principios rectos, que disminuyan. Debemos
mantenernos en el camino del Señor, cuando las condiciones sean
favorables o cuando no lo sean.
Le presento estas cosas en mis cartas para ayudarle a adherirse
a lo recto y a descartar lo que no podemos introducir en nuestros
sanatorios y restaurantes sin sacrificar los principios.—
Carta 201,
1902
.