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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
ha sido gratificado, y si tales personas están relacionadas con la casa
de salud, presentarán tentaciones a sacrificar los principios. No debe
tolerarse la primera introducción en el consumo de carne. Entonces
no habrá necesidad de eliminar la carne, porque ésta nunca habrá
aparecido en la mesa... Se había usado el argumento de que ellos po-
drían usar carne en la mesa hasta que pudieran educar a la gente con
respecto a no usarla. Pero a medida que nuevos pacientes llegaran
continuamente, la misma excusa establecería el consumo de carne.
No, no permitáis que aparezca en la mesa una vez. Entonces vuestras
disertaciones con respecto al asunto de la carne corresponderán con
el mensaje que debéis llevar.—
Carta 84, 1898
.
El servir té, café y carne en las piezas de los pacientes
437. En nuestros sanatorios... no debe servirse té, café o carne, a
menos que sea en algún caso especial, en el cual el paciente parti-
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cularmente lo desea, y entonces, estos artículos de consumo deben
serle servidos en su propia pieza.—
Carta 213, 1902
.
No debe prescribirse té, café y carne
438. No se emplea a los médicos para que prescriban a los
pacientes un régimen a base de carne, porque ésta es la clase de
alimentación que los ha enfermado. Buscad al Señor. Cuando lo
halléis, seréis mansos y humildes de corazón. Individualmente, no
os alimentaréis a base de carne y animales muertos, y ni siquiera
colocaréis un bocado en la boca de vuestros niños. No prescribiréis
carne, té o café a vuestros pacientes, sino que presentaréis diserta-
ciones en la sala para mostrar la necesidad de un régimen sencillo.
Eliminaréis las cosas perjudiciales de vuestro menú.
El que los médicos de nuestras instituciones estén enseñando por
precepto y ejemplo a los que están bajo su cuidado a usar un régimen
a base de carne, después de años de instrucción que el Señor nos ha
dado, los descalifica para ser superintendentes de nuestros institutos
de salud. El Señor no da luz sobre la reforma pro salud para que sea
desoída a los que ocupan posiciones de influencia y autoridad. El
Señor quiere decir precisamente lo que dice, y él ha de ser honrado
en lo que dice. Ha de darse luz sobre estos temas. Es el asunto