Razones de la reforma
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y prácticas. Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos no es:
“¿Qué dirá el mundo?” sino “¿Cómo trataré yo, que pretendo ser un
cristiano, la habitación que Dios me ha dado? ¿Trabajaré para lograr
mi más alto bien temporal y espiritual al guardar mi cuerpo como
templo para la morada del Espíritu Santo, o me abandonaré a las
ideas y prácticas del mundo?”—
Testimonies for the Church 6:369,
370 (1900)
.
Penalidad de la ignorancia
11. Dios ha establecido leyes que gobiernan nuestra constitución,
y estas leyes que él ha implantado en nuestro ser son divinas, y
para cada transgresión existe una penalidad, que ha de cumplirse
tarde o temprano. La mayor parte de las enfermedades que han
hecho sufrir y que están haciendo padecer a la humanidad, han sido
creadas por los hombres debido a la ignorancia de las leyes básicas
que rigen su propio organismo. Parecen indiferentes en materia de
salud, y trabajan con perseverancia para despedazarse, y cuando
están quebrantados y debilitados corporal y mentalmente, mandan
a buscar al médico y se acarrean la muerte con las drogas
—
The
Health Reformer, octubre de 1866
.
No siempre son ignorantes
12. Cuando se habla con algunas personas acerca del tema de
la salud, a menudo dicen: “Sabemos actuar mucho mejor de lo que
lo hacemos”. No se dan cuenta de que son responsables de todo
rayo de luz recibido con respecto a su bienestar físico, y que todos
sus hábitos están abiertos a la inspección de Dios. La vida física
no ha de ser tratada de manera fortuita o descuidada. Todo órgano,
toda fibra del ser, han de ser sagradamente preservados de prácticas
[21]
dañinas.—
Testimonies for the Church 6:372 (1900)
.
La responsabilidad por la luz
13. En el tiempo en que brilló sobre nosotros la luz de la reforma
pro salud, y desde ese tiempo en adelante, la pregunta siempre pre-
Aqui se alude al empleo de drogas tóxicas en el tratamiento de los enfermos.
Consúltese
Mensajes Selectos 2:317, 319-325
.