Capítulo 21—La leche y la crema
Parte de un régimen nutritivo y agradable
601. Dios ha proporcionado al hombre abundantes medios para
regalar un apetito no pervertido. El ha desplegado ante el ser humano
los productos de la tierra: una variedad abundante de alimentos que
son apetitosos para el gusto y nutritivos para el organismo. De estas
cosas, nuestro benévolo Padre celestial dice que podemos comer con
libertad. Las frutas, los cereales y las legumbres, preparados de una
manera sencilla, sin especias y grasas de ninguna clase, constituyen,
con la leche o la crema, el régimen alimenticio más saludable. Im-
parten nutrición al cuerpo, y dan un poder de resistencia y un vigor
intelectual que no son producidos por un régimen estimulante.—
Christian Temperance and Bible Hygiene, 47
;
Counsels on Health,
114, 115 (1890)
.
602. Los alimentos deben ser preparados de modo que sean
apetitosos y nutritivos. No debe despojárselos de lo que nuestro
organismo necesita. Yo hago uso de un poco de sal y siempre lo he
[424]
hecho, porque la sal, lejos de ser nociva, es indispensable para la san-
gre. Las legumbres debieran hacerse más agradables aderezándolas
con un poco de leche o crema, o su equivalente...
Algunos, al abstenerse de leche, huevos y mantequilla, no prove-
yeron a su cuerpo una alimentación adecuada y como consecuencia
se han debilitado e incapacitado para el trabajo. De esta manera, la
reforma pro salud ha sido desacreditada...
Llegará el tiempo cuando tal vez tengamos que dejar algunos
de los alimentos que usamos ahora, como la leche, la crema y los
huevos; pero no necesitamos crearnos dificultades por restricciones
prematuras y exageradas. Esperemos que las circunstancias lo exijan
y que el Señor prepare el camino.—
Joyas de los Testimonios 3:361,
362 (1909)
.
341