Página 381 - Consejos Sobre el R

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Las carnes (continuación de “las proteínas”)
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ejercicio al aire libre no se dan cuenta de los efectos perjudiciales
de la carne de cerdo como los que viven en los edificios, y cuyos
hábitos son sedentarios y su trabajo es mental.
Pero el consumo de carne de cerdo no daña únicamente la salud
física. La mente es afectada y la delicada sensibilidad queda embo-
tada por el uso de este tosco alimento. Es imposible que la carne de
ninguna criatura viviente esté sana cuando la inmundicia constituye
su ambiente natural, y cuando se alimenta de toda clase de cosas
detestables. La carne de cerdo se compone de lo que éste come. Si
los seres humanos ingieren su carne, su sangre y su carne quedarán
corrompidas por las impurezas que recibirán a través del cerdo.
El consumo de carne de cerdo ha producido escrófula, lepra
y humores cancerosos. El consumo de carne de cerdo continúa
causando el sufrimiento más intenso a la humanidad. [
How to Live,
58
.]—
Mensajes Selectos 2:481, 482 (1865)
.
[
La actitud de Daniel hacia la carne de cerdo—34
]
La grasa y la sangre animal
696. Como familia, estáis lejos de hallaros libres de enferme-
dad. Habéis usado el sebo de los animales que Dios en su Palabra
prohíbe expresamente: “Estatuto perpetuo será por vuestras edades,
dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre
comeréis”.
Levítico 3:17
. “Además, ninguna sangre comeréis en
ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. Cualquiera
persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada
de entre su pueblo”.
Levítico 7:26, 27
.—
Testimonies for the Church
2:61 (1868)
.
697. La carne se sirve despidiendo un fuerte olor a grasa, porque
conviene al gusto pervertido. Tanto la sangre como la grasa de los
[471]
animales son consumidas como manjares deliciosos. Pero el Señor
dio instrucciones especiales de que estas cosas no debían comerse.
¿Por qué? Porque su uso produciría una corriente sanguínea enferma
en el organismo humano. El no prestar atención a las instrucciones
especiales del Señor ha traído una variedad de dificultades y enfer-
medades a los seres humanos... Si éstos introducen en su organismo
lo que no puede constituir buena carne y buena sangre, deben sopor-