Página 393 - Consejos Sobre el R

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Las carnes (continuación de “las proteínas”)
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que haya sido dada a los mortales, dar el ejemplo de volver a las
ollas de Egipto? ¿Quieren los que son sostenidos por el diezmo
de la tesorería de Dios permitir que la gula envenene la corriente
vital que fluye por sus venas? ¿Harán caso omiso de la luz y las
amonestaciones que Dios les ha dado? La salud del cuerpo debe
considerarse como esencial para el crecimiento en la gracia y la
adquisición de un carácter templado. Si no se cuida debidamente el
estómago, será trabada la formación de un carácter moral íntegro. El
cerebro y los nervios están en relación íntima con el estómago. De
los errores practicados en el comer y beber resultan pensamientos y
hechos erróneos.
Todos somos probados en este tiempo. Hemos sido bautizados
en Cristo; y si estamos dispuestos a separarnos de todo aquello que
tienda a degradarnos y a hacernos lo que no debemos ser, recibiremos
fuerza para crecer en Cristo, nuestra cabeza viviente, y veremos la
salvación de Dios.—
Joyas de los Testimonios 3:357-360 (1909)
.
La reforma progresiva en la alimentación en las instituciones
adventistas
[
Nota:
Existen registros históricos según los cuales las institu-
ciones adventistas de salud en sus primeros días servían carne en
mayor o menor grado a los pacientes y a los ayudantes. La reforma
en esta fase de una vida sana fue progresiva. En las instituciones más
antiguas, después de una larga lucha, la carne se fue descartando y
desapareció de todas las mesas. En el caso del Sanatorio de Battle
Creek este paso fue tomado en 1898, mayormente en respuesta al
consejo de la pluma de la Sra. de White que aparece en este capítulo
(722). En el Sanatorio de Santa Helena, California, el cambio se
realizó en 1903. Por este tiempo la educación con respecto a un
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régimen sin carne se había esparcido ampliamente, y la carne era
descartada del menú de los huéspedes con menor dificultad que si se
hubiese excluido en una fecha anterior. Era un gozo para los geren-
tes de las instituciones más antiguas saber que en las instituciones
nuevas que se inauguraban por entonces no se servía carne a los
pacientes.
El consejo sobre el tema de la carne no es completo sin el cuadro
de la lucha para abandonarla que se desarrolló en nuestras institu-