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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
tes hasta que la voluntad queda vencida y parece que no hay poder
para negarse a satisfacer un deseo tan ardiente y antinatural, que pide
estimulantes cada vez más fuertes, hasta que la naturaleza, exhausta,
no puede responder a su acción.—
El Ministerio de Curación, 250,
251 (1905)
.
[
El té y el café arruinan el estómago—722
]
No tienen valor alimenticio
739. La salud no mejora en ningún sentido por el uso de las cosas
que estimulan por un tiempo pero que después causan una reacción
que deja el organismo humano más deprimido que antes. El té y
el café estimulan las energías que flaquean por el momento, pero
cuando ha pasado su influencia inmediata, sobreviene un estado de
depresión. Estas bebidas no tienen en absoluto ningún alimento en
sí mismas. La leche y el azúcar que contienen constituyen todo el
alimento que proporciona una taza de té o café.—
Carta 69, 1896
.
La percepción espiritual embotada
740. El té y el café son estimulantes. Sus efectos son similares
a los del tabaco; pero son de menor grado. Los que utilizan estos
venenos lentos, a semejanza del que usa tabaco, piensan que no
pueden vivir sin ellos, porque se sienten tan mal cuando no tienen
estos ídolos... Los que se complacen en un apetito pervertido, lo
hacen con perjuicio de la salud y el intelecto. No pueden apreciar el
valor de las cosas espirituales. Sus sensibilidades son embotadas y
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el pecado no parece muy pecaminoso, y la verdad no se considera
de mayor valor que los tesoros terrenales.—
Spiritual Gifts 4:128,
129 (1864)
.
741. El beber té y café es un pecado, una complacencia dañina,
que, a semejanza de otros males, perjudica el alma. Estos ídolos
acariciados crean una excitación, una acción mórbida del sistema
nervioso; y después que la influencia momentánea de los estimu-
lantes pasa, se produce una depresión que es tan profunda como
elevado fue el estímulo producido.—
Carta 44, 1896
.
742. Los que usan tabaco, té y café deben dejar a un lado estos
ídolos, y poner su costo en la tesorería del Señor. Algunos nunca