Página 458 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

Capítulo 33—Las escuelas de cocina
Una obra de la mayor importancia
804. Dondequiera que se realiza obra misionera-médica en nues-
tras grandes ciudades, deben organizarse escuelas de cocina; y don-
dequiera que se halle en marcha una obra misionera educacional
vigorosa, debe establecerse un restaurante higiénico de alguna clase,
que dé una ilustración práctica de la debida selección y de la pre-
paración saludable de los alimentos.—
Testimonies for the Church
7:55 (1902)
.
805. Deben conducirse escuelas de cocina. Ha de enseñarse a la
gente cómo preparar alimentos sanos. Ha de mostrársele la necesidad
de descartar los alimentos perjudiciales. Pero nunca debemos abogar
por una dieta de hambre. Es posible tener un régimen sano, nutritivo,
sin el uso de té, café ni carne. La tarea de enseñar a la gente cómo
preparar un menú que sea al mismo tiempo sano y apetitoso, es de
la mayor importancia.—
Testimonies for the Church 9:112 (1909)
.
806. Algunos, después de adoptar un régimen vegetariano, vuel-
ven al consumo de carne. Esto es de veras insensato y revela falta
de conocimiento acerca de cómo proveer los debidos alimentos en
lugar de la carne.
En los Estados Unidos y en otros países deben dictarse cursos
culinarios, dirigidos por instructores prudentes. Debemos hacer todo
[565]
lo que podemos para mostrar a la gente el valor de la reforma en la
alimentación.—
Joyas de los Testimonios 3:134 (1902)
.
807. La reforma alimenticia debe ser progresiva. A medida que
van aumentando las enfermedades en los animales, el uso de la leche
y los huevos se vuelve más peligroso. Conviene tratar de sustituirlos
con comestibles saludables y baratos. Hay que enseñar a la gente por
doquiera a cocinar sin leche ni huevos en cuanto sea posible, sin que
por esto dejen de ser sus comidas sanas y sabrosas.—
El Ministerio
de Curación, 247 (1905)
.
454