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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
y a sus hijos, que fue seguido hacia ellos. Son ignorantes con respecto
a sí mismos. Están enfermos y no saben que sus propios hábitos
erróneos les están causando inmensos sufrimientos.
Hay solamente unos pocos que hasta ahora han sido despertados
lo suficientemente como para entender cuánto tienen que ver sus
hábitos relativos al régimen alimenticio con su salud, su carácter, su
utilidad en este mundo, y su destino eterno. Vi que es el deber de los
que han recibido la luz del cielo, y han comprendido los beneficios
de andar en ella, manifestar un interés mayor por los que todavía
están sufriendo por carencia de conocimiento. Los observadores
del sábado que están esperando el pronto regreso de su Salvador
deben ser los últimos en manifestar falta de interés en esta gran
obra de la reforma. Los hombres y mujeres deben ser instruidos,
y los ministros y el pueblo deben sentir que descansa sobre ellos
la responsabilidad de trabajar para agitar el tema, e instar a otros a
aceptarlo.—
Testimonies for the Church 1:487-489 (1867)
.
68. Los hábitos físicos tienen muchísimo que ver con el éxito
de todo individuo. Cuanto más cuidadoso sea Ud. en su régimen
alimenticio, cuanto más sencillos y carentes de estímulo sean los
alimentos que sostienen el cuerpo en su acción armoniosa, más clara
será su concepción del deber. Debe haber una cuidadosa reconsi-
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deración de cada hábito y cada práctica, no sea que una condición
mórbida del cuerpo arroje una nube sobre todas las cosas.—
Carta
93, 1898
.
69. Nuestra salud física es conservada por lo que comemos; si
nuestros apetitos no están bajo el control de una mente santificada, si
no somos temperantes en todo lo que comemos y bebemos, no esta-
remos en un estado mental y físico sano para estudiar la Palabra con
el propósito de aprender lo que dicen las Escrituras: ¿Qué haré para
tener la vida eterna? Todo hábito malsano producirá una condición
malsana en el sistema, y la delicada y viviente maquinaria humana
del estómago resultará perjudicada, y no podrá realizar su trabajo
debidamente. El régimen alimenticio tiene mucho que ver con la
disposición a entrar en la tentación y cometer pecado.—
Manuscrito
129, 1901
.
70. Si el Salvador de los hombres, a pesar de su fortaleza divina,
necesitaba orar, ¡cuánto más debieran los débiles y pecaminosos
mortales sentir la necesidad de orar con fervor y constancia! Cuando