Página 145 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Relación de la alimentación con la salud y la moralidad
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fiebres u otras enfermedades graves que les han acarreado la muerte.
Esos deleites fueron adquiridos a un costo demasiado elevado.
No porque sea incorrecto comer para gratificar un gusto perver-
tido, debemos ser indiferentes en lo que se refiere a nuestra alimen-
tación. Es un asunto de vital importancia. Nadie debería adoptar
un régimen empobrecido. Muchos se hallan debilitados por la en-
fermedad y necesitan alimentos nutritivos y bien cocinados. Los
reformadores de la salud especialmente, deberían evitar cuidadosa-
mente los extremos. El cuerpo necesita ingerir alimento en cantidad
suficiente. El Dios que concede el sueño a sus amados, también los
ha provisto con alimentos apropiados para mantener el organismo
saludable.
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Muchos ignoran la luz y el conocimiento y sacrifican los princi-
pios por ceder al paladar. Comen cuando el organismo no necesita
alimentos y lo hacen a intervalos irregulares, porque carecen de for-
taleza moral para resistir la inclinación. Como resultado, el estómago
recargado se rebela y sólo se produce sufrimiento. La regularidad en
el comer es muy importante para la salud de cuerpo y la estabilidad
de la mente. Nunca debe ingerirse alimento entre comidas.
Comer muy frecuentemente es una causa de dispepsia
Muchos se permiten la satisfacción del pernicioso deseo de
comer justo antes de irse a la cama. Pueden haber ingerido sus ali-
mentos regulares, pero porque experimentan una leve sensación de
desfallecimiento piensan que deben tomar un bocadillo. La com-
placencia de estos deseos malsanos se convierte en un hábito y
luego se siente que uno no puede ir a dormir sin comida. En muchos
casos este aparente desfallecimiento es producido por los órganos
digestivos que han sido sobrecargados durante el día y que tratan de
deshacerse de la gran cantidad de alimentos que ha sido depositado
en ellos. Estos órganos necesitan un período de descanso total para
recobrar sus energías perdidas. Nunca se debe volver a comer antes
que el estómago haya tenido la oportunidad de recuperarse después
de haber digerido los alimentos. Cuando nos acostamos en la noche,
el estómago debiera haber terminado su trabajo de tal manera que,
lo mismo que todos los otros órganos del cuerpo, pueda descansar.
Pero si se le echa más comida, los órganos digestivos se ponen en