Página 184 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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El exceso en la alimentación
Muchos que han adoptado la reforma pro salud han abandonado
todo lo perjudicial; pero ¿quiere decir esto que porque han dejado
estas cosas, pueden comer tanto como quieran? Se sientan a la mesa,
y en vez de considerar cuánto deben comer, se entregan al apetito y
comen en exceso. Luego, el estómago debe trabajar hasta el extremo
durante el resto del día para eliminar la carga que se le ha impuesto.
Todo alimento ingerido, del cual el organismo no deriva beneficio,
es una carga para la naturaleza en su trabajo. Estorba la máquina
viviente. El organismo queda obstruido y no puede realizar su trabajo
con éxito. Los órganos vitales quedan recargados innecesariamente,
y la fuerza nerviosa del cerebro es desviada al estómago para ayudar
a los órganos digestivos a realizar su obra de procesar una cantidad
de alimento que no beneficia al organismo.
De esta manera la fuerza del cerebro queda disminuida por las
exigencias que se le imponen para ayudar al estómago a llevar su
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pesada carga. Y después de realizada la tarea, ¿qué sensaciones se
experimentan como resultado de este gasto innecesario de fuerza
vital? Una sensación de debilidad y desfallecimiento, como que se
debiera comer más. Tal vez esta sensación se produce precisamente
antes de la hora de comer. ¿Cuál es la causa? El organismo quedó
agotado por su trabajo; de ahí viene esa sensación de cansancio. Y
pensáis que el estómago dice: “más alimento”, cuando su cansancio
dice claramente: “dadme reposo”
El estómago necesita períodos de descanso
El estómago necesita descansar a fin de recuperar sus energías
agotadas, para dedicarlas al próximo trabajo. Pero en vez de conce-
derle un período de descanso, pensáis que necesita más alimento e
imponéis otra carga al organismo y le negáis el reposo que necesita.
Es como el caso de un hombre que trabaja en el campo durante
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Testimonios para la Iglesia 2:324-326
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