Página 195 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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La naturaleza: un libro de lecciones
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El propósito que Cristo tenía al enseñar por parábolas corría
parejas con su propósito en lo referente al sábado. Dios dio a los
hombres el recordativo de su poder creador, a fin de que lo vieran
en las obras de sus manos. El sábado nos invita a contemplar la
gloria del Creador en sus obras creadas. Y a causa de que Jesús
quería que lo hiciéramos, relacionó sus preciosas lecciones con la
hermosura de las cosas naturales. En el santo día de descanso, más
especialmente que en todos los demás días, debemos estudiar los
mensajes que Dios nos ha escrito en la naturaleza. Debemos estudiar
las parábolas del Salvador allí donde las pronunciara, en los prados
y arboledas, bajo el cielo abierto, entre la hierba y las flores. Cuando
nos acercamos íntimamente al corazón de la naturaleza, Cristo hace
que su presencia sea real para nosotros, y habla a nuestros corazones
de su paz y amor.
Y Cristo ha vinculado su enseñanza, no sólo con el día de des-
canso, sino con la semana de trabajo. Tiene sabiduría para aquel
que dirige el arado y siembra la simiente. En el barbecho y en la
siembra, el cultivo y la cosecha, nos enseña a ver una ilustración de
su obra de gracia en el corazón. Así, en cada ramo de trabajo útil y
en toda asociación de la vida, él desea que encontremos una lección
de verdad divina. Entonces nuestro trabajo diario no absorberá más
nuestra atención ni nos inducirá a olvidar a Dios; nos recordará con-
tinuamente a nuestro Creador y Redentor. El pensamiento de Dios
correrá cual un hilo de oro a través de todas nuestras preocupaciones
del hogar y nuestras labores. Para nosotros la gloria de su rostro
descansará nuevamente sobre la faz de la naturaleza. Estaremos
aprendiendo de continuo nuevas lecciones de verdades celestiales,
y creciendo a la imagen de su pureza. Así seremos “enseñados de
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Jehová”; y cualquiera sea la suerte que nos toque permaneceremos
con Dios
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Referencia para estudio adicional:.
El Ministerio de Curación, 33-37
.
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