Página 309 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Las condiciones en la ciudad
Durante años me ha sido dada luz especial acerca de nuestro
deber de no centralizar nuestra obra en las ciudades. El ruido y
el bullicio que las llenan, las condiciones que en ellas crean los
sindicatos y las huelgas, impedirán nuestra obra. Ciertos individuos
tratan de logra que las personas de diferentes oficios se sindicalicen.
Tal no es el plan de Dios, sino de una potencia que de ningún modo
debemos reconocer. La Palabra de Dios se cumple: los malos parecen
juntarse en haces para ser quemados.
Debemos emplear ahora todas las capacidades que se nos han
confiado para dar al mundo el último mensaje de misericordia. En
esta obra debemos conservar nuestra individualidad. No debemos
unirnos a sociedades secretas ni sindicatos. Debemos permanecer
libres en Dios y esperar de Jesús las instrucciones que necesitamos.
Todos nuestros movimientos deben realizarse comprendiendo la
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importancia de la obra que hacemos para Dios.—
Testimonies for
the Church 7:95-97 (1902)
[
Referencia para estudio adicional: (
El Ministerio de Curación, 201-205
), “En
contacto con la naturaleza”.
]
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