Página 351 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Ayudando a los necesitados
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Se necesita una reforma
Se me ha instruido en el sentido de que se necesita una reforma
a lo largo de estas líneas, y que debiera existir mayor liberalidad
entre nosotros. Existe constantemente el peligro de que aun los ad-
ventistas resulten vencidos por la ambición egoísta y por el deseo de
concentrar todos los recursos financieros y el poder en los intereses
sobre los que presiden en forma especial. Existe el peligro de que los
hombres permitan que surjan en sus corazones sentimientos de celos
y que sientan envidia por intereses que son tan importantes como
los que ellos manejan. Los que aprecian la gracia del cristianismo
puro no pueden considerar con indiferencia ninguna parte de la obra
de la gran viña del Señor. Los que están genuinamente convertidos
tendrán un interés igual en la obra en todas partes de la viña, y
estarán listos para ayudar en cualquier lugar donde se requiera su
ayuda.
El egoísmo estorba a los hombres para que no envíen ayuda a
los lugares en los que la obra de Dios no es tan próspera como en
las instituciones sobre las que ellos ejercen supervisión. Los que
tienen responsabilidades debieran buscar cuidadosamente el bien de
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todos los ramos de la causa y la obra de Dios. Debieran estimular
y sustentar los intereses en otros campos, tanto como los intereses
en el suyo propio. En esta forma los vínculos de la fraternidad se
fortalecerán entre los miembros de la familia de Dios en la tierra
y las puertas se cerrarán contra los celos egoístas y la envidia que
la posición y la prosperidad ciertamente levantarán a menos que la
gracia de Dios controle el corazón.
“Pero esto digo—escribió el aposto Pablo—: el que siembra
escasamente, también segará escasamente; y el que siembra genero-
samente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso
en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo
lo suficiente, abundéis para toda buena obra”; “para que estéis enri-
quecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio
de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de
este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que
también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la