Página 409 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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La Biblia como consejera
Dios desea que los que se desempeñan como misioneros médicos
del Evangelio aprendan con diligencia las lecciones del Gran Maes-
tro. Deben hacerlo si desean encontrar paz y reposo. Al aprender de
Cristo, sus corazones se llenarán de la paz que solamente él puede
proporcionar.
El libro que es indispensable que todos estudien es la Biblia.
Estudiada con reverencia y temor piadoso, resulta el mayor de todos
los educadores. En ella no hay engaño. Sus páginas rebosan de
verdad. ¿Deseamos obtener conocimiento de Dios y de Cristo, a
quien él envió al mundo para vivir y morir por los pecadores? Un
estudio fervoroso y diligente de la Biblia es necesario para obtener
este conocimiento.
Muchos de los libros que se amontonan en las grandes bibliotecas
confunden la mente más de lo que ayudan al entendimiento. Sin
embargo, hay personas que gastan grandes sumas de dinero en la
adquisición de tales obras y emplean años en su estudio, cuando
tienen a su alcance el Libro que contiene las palabras de Aquel
que es el Alfa y Omega de la sabiduría. El tiempo pasado en un
estudio de esos libros podría emplearse mejor en conocer a Aquel
cuyo conocimiento adecuado es vida eterna. Únicamente los que
adquieren este conocimiento podrán escuchar las palabras: “Estáis
completos en él”.
Colosenses 2:10
.
Estudiad más la Biblia y menos las teorías de la fraternidad
médica, y gozaréis de mejor salud espiritual. Vuestra mente estará
más clara y vigorosa. Mucho de lo que se abarca en un curso de
medicina es positivamente innecesario. Los estudiantes de medicina
dedican una gran cantidad de tiempo a un aprendizaje que es inútil.
Muchas de las teorías que aprenden pueden compararse en valor
a las tradiciones y máximas enseñadas por los escribas y fariseos.
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Muchas de las complicaciones con que tienen que familiarizarse
perjudican su mente
[
Words of Counsel
(1903).
]
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