Página 486 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
o cultivado, podemos vencerlas mediante la fuerza que Dios está
pronto a darnos...
Mediante el debido uso de la voluntad cambiará enteramente la
conducta. Al someter nuestra voluntad a Cristo, nos aliamos con el
poder divino. Recibimos fuerza de lo Alto para mantenernos firmes.
Una vida pura y noble, de victoria sobre nuestros apetitos y pasiones,
es posible para todo el que une su débil y vacilante voluntad a la
omnipotente e invariable voluntad de Dios.
Los que luchan contra el poder de los apetitos deberían ser
instruidos en los principios del sano vivir. Debe mostrárseles que
la violación de las leyes que rigen la salud, al crear condiciones
enfermizas y apetencias que no son naturales, echa los cimientos
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del hábito de la bebida. Sólo viviendo en obediencia a los principios
de la salud pueden esperar verse libertados de la ardiente sed de
estimulantes contrarios a la naturaleza. Mientras confían en la fuerza
divina para romper las cadenas de los apetitos, han de cooperar con
Dios obedeciendo a sus leyes morales y físicas...
Para toda alma que lucha por elevarse de una vida de pecado a
una vida de pureza, el gran elemento de fuerza reside en el único
“nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos”.
Hechos 4:12
. “Si alguno tiene sed”, de esperanza tranquila,
de ser libertado de inclinaciones pecaminosas, Cristo dice: “Venga a
mí y beba”.
Juan 7:37
. El único remedio contra el vicio es la gracia
y el poder de Cristo.